Altar narco de indigentes

La población de calle ha hecho de las inmediaciones del Centro de Asistencia e Integración Social de Coruña su zona de operación.   En este albergue del Gobierno de la Ciudad de México, algunos buscan un refugio, pero otros encontraron en la banqueta el lugar ideal para dormir, drogarse, rezarle a Malverde y adorar a la Santa Muerte.   El altar con la imagen de sus santos lo pusieron sobre la barda del edificio de la Secretaría de Finanzas, que es vecino del Centro de Asistencia ubicado en la calle de Sur 65A.   A los pies de las imágenes duermen varios indigentes, que llevan muñecos de peluche, bolsas, cajas o lo que se encuentren para cumplir con su adoración.   A algunos ya no les interesa cruzar la puerta y entrar al albergue: se quedan en la banqueta porque ahí pueden hacer lo que quieran, ya se instalaron con cobijas, tendederos, perros y de repente aparecen motonetos que les hacen encarguitos, lo cual no tiene nada que ver con el proyecto de reinserción social o desintoxicación.   En las inmediaciones de ese punto de reunión, además de las oficinas de Finanzas, hay una secundaria, cuatro primarias, una guardería y una tienda del ISSSTE.   Es mucha la gente que transita por la zona y se siente insegura, además, quienes viven en esa calle sienten miedo porque presencian peleas, consumo de drogas, ven llegar enganchadores que buscan burreros, además de aguantar el olor de basura, orines y materia fecal.   Este Centro de Asistencia está perfectamente identificado por la población en situación de calle que se mueve por la zona del Centro Histórico, por eso en las inmediaciones, desde el Metro Xola hasta San Antonio Abad, se ve por calzada de Tlalpan a muchos de ellos, que piden dinero o jovencitas perdidas por los solventes y que ofrecen servicios sexuales.   De acuerdo con el Censo de Poblaciones Callejeras 2017 del Gobierno de la Ciudad de México, se tienen registradas seis mil 754 personas en esta condición, de las cuales, 100 por ciento consume algún tipo de estimulante, más de una tercera parte de ellos usa inhalantes, pero sólo 15 por ciento considera que es necesario rehabilitarse.   Las autoridades capitalinas ubican 100 puntos de alta concentración de esta población, es decir, donde se juntan más de cinco, pero hay otros 346 puntos en la ciudad considerados de baja concentración. Es decir, casi 500 sitios que presentan una problemática particular por la presencia de indigentes. El tema de la población callejera va de la mano con el problema de las adicciones y, hasta el momento, las políticas públicas han sido insuficientes para darle un sentido más integral a este fenómeno social, pero a ello hay que agregarle la facilidad con que los enganchan grupos delictivos.   Entonces el discurso oficial para evitar la exclusión social ya es insuficiente, porque ahora dejan claro a qué santos se encomiendan.   BARAJASURIAS@GMAIL.COM /  @ESBARAJAS