Iglesia llama a votar, pero...

El presidente y el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hacen un llamado a los 90 millones de mexicanos mayores de 18 años que pueden emitir su voto de manera libre y secreta, a que acudan a las urnas el próximo 1 de julio y que voten “no por el mal menor”, “sino por el bien posible”. ¡No la vayan a regar! Parece ser el mensaje. Obviamente, no mencionan por su nombre y apellido a los que representan el bien o el mal, pero comparten algunos elementos para que cada uno decida conscientemente al candidato que pueda realizar, en lo posible, el auténtico bien común, y exhortan a las personas de buena voluntad a reflexionar sobre dos que tres cositas. Primera, buscar el “bien posible”; evitar a toda costa elegir en base al “mal menor”. En contextos complejos e imperfectos lo que debe imperar es la búsqueda del “bien posible” que, aunque sea modesto, todos estamos obligados a procurar. En un proceso electoral como el que tendremos, esto significa que la conciencia cristiana debe discernir cuál de las opciones (por no decir de los candidatos, acota el columnista) puede generar elbienestar para la familia, quisieron decir. Hacer el “bien posible” significa impulsar lo que aporte al bien común, a la paz, a la seguridad, a la justicia, al respeto a los derechos humanos, al desarrollo humano integral y a la solidaridad real con los más pobres y excluidos, recuerdan los del CEM. ¿Y quién de los candidatos podría hacer realidad esos sueños? Preguntan los que están pensando en acudir a las urnas. Otro elemento en el que sugieren reflexionar es en elegir a las personas: en todos los partidos podemos encontrar personas más o menos comprometidas con el bien común. Por ello, es necesario discernir por quién votar. Lo prudente y responsable es buscar para cada puesto de elección popular a la persona más idónea y no dejarnos manipular para que votemos en bloque por un solo tipo de propuesta de manera irreflexiva (la borregada, quisieron decir), y mucho menos bajo alguna modalidad de “compra de voto”. Ingenuos, pues. Según los jerarcas de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el México que queremos es posible; requiere fundamentalmente de un gobierno que trabaje con honestidad y eficacia. En el ejercicio ordinario de los funcionarios, nuestro voto exige el sano control sobre nuestros políticos: en su remuneración y gratificaciones, en los gastos de partidos y publicidad, en los proyectos y obras públicas, en el control de la corrupción, la ilegalidad y la eliminación de arbitrariedades. Sólo la presencia participativa destierra gradualmente la violencia, la corrupción, la impunidad y el compadrazgo, señalan aquéllos. ¡Pero están hablando del voto en Suecia! Exclaman los escépticos, porque en México ya sabemos para qué sirve el sufragio, agregan.   AGENDA PREVIA El senador Emilio Gamboa externó su confianza en que habrá voluntad política para elegir al Fiscal General y al Fiscal Anticorrupción, por lo que propuso a las otras fuerzas dejar de llevar al Senado las diferencias político- electorales, ya que estas tienen su propio lugar.   @luissotoagenda luisagenda@hotmail.com