Fausto Barajas : Ante la automatización, el futuro está en la educación

La tecnología está avanzando de manera acelerada, transformando todo, incluida la productividad laboral derivada de una mayor eficiencia y eficacia en los procesos productivos a través de su automatización. Esto ha generado un cambio constante y cada vez más acelerado en la estructura de la planta laboral de las empresas, que requieren cada día nuevas capacidades técnicas especializadas, desplazando y extinguiendo a otras.   De acuerdo al estudio “Aprovechando la automatización para un futuro que funciona” realizado por el Mckinsey Global Institute, para el 2030 México será el noveno país con mayor número de trabajos susceptibles a ser automatizados, con un total de 25.5 millones, cifra que sería equivalente a la mitad (52%) de la planta laboral actual. Las actividades más vulnerables por este cambio son: el comercio al por menor con 5.5 millones de empleos en riesgo, que representarían una proporción del 51% de los que laboran en el sector; le sigue la manufactura con 4.9 millones (64%); las actividades agropecuarias con 4.7 millones (59%); servicios de alojamiento y de comida, 2.2 millones (64%);  la industria de la construcción con 1.6 millones (48%) y el sector administrativo y de soporte que en conjunto con actividades gubernamentales podrían reducir 1.5 millones de empleos (40%).     De manera paralela y como lo comenté en noviembre pasado, en México estaremos viviendo tres tendencias demográficas entre 2017 y 2030: primera, la población de 0 a 14 años se reducirá a una tasa promedio de -0.2% anual. Segunda, la población en edad laboral que va de 15 a 65 años crecerá a una tasa promedio de 1% anual. Tercera tendencia: la población de 66 años o más años crecerá a una tasa promedio de 4% anual, es decir, 4 veces más que la población en edad laboral.   Considerando lo anterior, en los próximos trece años enfrentamos un doble reto, por un lado la automatización requerirá una menor cantidad de mano de obra, la cual deberá ser más especializada y más productiva, y por el otro, la población se estará envejeciendo a mayor velocidad generando mayor presión a los sistemas de pensiones y a las finanzas públicas.   Ante este escenario es preocupante que el candidato que encabeza las encuestas de intención de voto ­ –López Obrador– quiera llevar a México al pasado.  Escuchar a AMLO es como leer un informe de lo que se debe de hacer… pero al revés: si México necesita más y mejor educación, especialmente en ciencia y tecnología, AMLO plantea cancelar la reforma educativa y regresar a la CNTE el control de la enseñanza. Si México requiere apostar por tecnologías del futuro, AMLO propone construir refinerías. Si el país necesitará urgentemente mano de obra altamente calificada en las actividades del futuro, AMLO plantea poner a la gente a sembrar árboles frutales. Ese no puede ser el destino de México. Debemos apostar por la inversión en la educación y capacitación de los mexicanos con visión de futuro. Este trabajo rebasa lo que puede hacer un gobierno en seis años: hay que diseñar planes nacionales de largo plazo en los que participen académicos, empresas, sociedad y gobiernos para convertir al país en una economía basada en el conocimiento. Todo esto lo ha planteado Margarita Zavala en sus propuestas, que invito a los amables lectores a conocer, analizar y debatir. Sin duda, ella es la mejor alternativa para preparar a nuestro país para enfrentar los retos que vienen.