Urgen los exámenes

¿Por qué a los candidatos a la Presidencia de la República y otros puestos de elección popular no se les hacen exámenes psicométricos para ser contratados? Todos los que desempeñamos un trabajo en una empresa privada o estatal fuimos sometidos a una batería de exámenes para que los contratantes tengan una idea de nuestra capacidad, control y desempeño. ¿Por qué los candidatos no?

 

Aunque esta posibilidad está enterrada por parte del mismísimo Instituto Nacional Electoral, vale la pena insistir en ello, ya que luego de ver y escuchar las reacciones de los aspirantes a la presidencia, un análisis de sus talen- tos, inteligencia, personalidad y control de emociones se vuelve imprescindible.

 

Andrés Manuel López Obrador, candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, ha dado muestras de sobra de un comportamiento errático, ambivalente y hasta bipolar. En arengas y entrevistas se muestra excitado, “se va de boca” y cuando evalúa los efectos de su poco control emocional, llama a la reconciliación, a la concordia y hasta “tiende su mano franca”; todo un caso de análisis.

 

Su exabrupto más grave fue con los banqueros en Acapulco a quienes amenazó de que si no triunfa “quien suelte al tigre a ver quién lo amarra” en un claro llamado a la violencia social.

 

Con las mismas locuras está Jaime Rodríguez, ex gobernador de Nuevo León, quien desde que anda como independiente y con la intención de ser Presidente de México, su comportamiento preocupa a propios y extraños. Ahora que el INE no avaló su candidatura independiente debido a la serie de irregularidades encontradas en sus firmas de apoyo, en lugar de lanzar un mensaje de confianza y tranquilidad a sus seguidores lo primero que hizo fue amenazar con la violencia del México bronco.

 

Rodríguez tomó la peor decisión, dilapidar la confianza del árbitro electoral. No se da cuenta que al atacar al INE afecta a un proceso de los ciudadanos, de los mismos que le dieron su apoyo.

 

Rodríguez ha demostrado en los hechos, ante la presión y situaciones de crisis, que no toma decisiones correctas. Estos dos ejemplos son claros de la necesidad urgente de analizar a los candidatos.

 

El que más se ha acercado a una exigencia de esta importancia es José Antonio Meade, candidato de la alianza Todos por México, al plantear la necesidad de exámenes toxicológicos a los candidatos.  

Muy atendible, imagine un Presidente tomando decisiones bajo el influjo de drogas o alcohol. Que se entienda así: quien gane no jugará matatena, dirigirá el destino de un país, influirá en el destino de nuestras familias; casi nada.  

CORAZÓN QUE SÍ SIENTE: La influyente librería Gand- hi desmintió a Andrés Manuel López Obrador y aclaró que su libro “La Salida”, no es de los más vendidos. Alberto Achar, gerente de mercadotecnia, confirmó que un libro de ventas fue el más vendido en 2017. ¿Ya ve por qué urge hacerle un examen al oriundo de Macuspana Tabasco.   jesus.martin.mendoza001@gmail.com @jesismartinmx