Héctor Serrano Azamar: Los debates, un ejercicio democrático

El 9 de marzo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó, mediante el voto unánime, el acuerdo del INE que prohibía la participación de candidatos en debates y mesas redondas donde más de un aspirante interviniera, particularmente si los mismos se daban en algún medio.

 

La Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión fue uno de los promoventes para controvertir el acuerdo del INE, su principal argumento fue el de solicitar las garantías necesarias para poder ejercer su derecho a la libertad de expresión, mismo que a su juicio, implica entre otras cosas: el desarrollo de una prensa libre, el debate de las ideas como un mecanismo para proporcionar a la opinión pública elementos de análisis y el derecho a la información de los ciudadanos.

 

La libertad de expresión es un derecho fundamental consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Las constituciones de los sistemas democráticos también lo señalan.

 

De la libertad de expresión deriva la libertad de prensa; sin duda, es uno de los derechos más importantes que tenemos. La tutela por parte del Estado debe garantizar su máximo ejercicio; en el caso de campañas electorales, debe existir la máxima publicidad de las ideas.

 

Una definición de debate, de las de mayor consulta, señala que es un acto de comunicación y exposición de ideas diferentes sobre un mismo tema entre dos o más personas. Entre los participantes, quien presente una mayor cantidad de argumentos y de más solidez, podrá decirse que es el más convincente; aunque al final, de todos los argumentos expuestos por cada uno de los participantes, el moderador deberá llegar a un acuerdo.

 

En el caso de los debates entre candidatos, más allá de un moderador, quien dará la razón a uno u otro participante es el electorado y fijara su posición mediante el ejercicio del voto a través de las urnas.

 

En síntesis, los debates son un mecanismo para contrastar ideas y propuestas en el marco de una contienda electoral, su práctica abona al derecho fundamental de la libertad de expresión, son un elemento indispensable de las contiendas democráticas y ayudan al electora- do a tomar una decisión más informada para la emisión del sufragio.

 

Así entendido, no debe limitarse la participación de los candidatos en debates públicos. El INE sólo organizará tres encuentros durante la campaña presidencial, debería hacer de ellos un ejercicio permanente.  

Dos de los personajes de la política nacional de este país, que ya expresaron su indisposición para participar en más debates que los organizados por las autoridades electorales son Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, no creo que sean los únicos casos, pero si de los más conocidos por su exposición mediática. Sin duda, la decisión es parte de su estrategia electoral, los números les dan para permitirse no participar; juzgue usted, si en algo se abona a la democracia.  

Héctor Serrano Azamar

Consultor Político, PRD @hserranoazamar