El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es mucho más que un acuerdo comercial y debe ser sostenido por razones de seguridad nacional estadounidense, dice una carta de líderes militares retirados al presidente Donald Trump.
La carta firmada por una decena de ex jefes de los Comandos Norte y Sur del las Fuerzas Armadas de EU hace hincapié en uno de los alegatos de mayor fuerza en el debate por la continua participación estadounidense en el TLCAN. Para muchos estadounidenses las necesidades de seguridad de su país van más allá que la propuesta muralla en la frontera con México o el fortalecimiento de medidas en los límites con Canadá.
Al tiempo que contribuye al crecimiento económico, el TLCAN ha establecido un marco de confianza entre las tres partes, que incluye el tráfico de drogas, el terrorismo, la ciberseguridad, el crimen organizado y la migración. Estos problemas son regionales, con redes criminales y terroristas que operan más allá de las fronteras de cualquier país; ellos requieren respuestas regionales", asentó la carta.
Sin el TLCAN, añadió, la cooperación de los países vecinos de EU en América del Norte "será menos probable", lo que debilitaría su capacidad para enfrentar los desafíos de seguridad.
Y, en un sentido más amplio, volver a comprometerse con el TLCAN tranquilizaría a Canadá y México, y también a nuestros aliados en todo el mundo, de que pueden seguir dependiendo de los compromisos de EU, especialmente a medida que China se vuelve cada vez más resuelta".
Que el TLCAN es mucho más que un acuerdo comercial y tiene implicaciones mucho mayores que las reflejadas en sus textos no es nuevo, y de hecho es un argumento que ha sido usado por los negociadores mexicanos para subrayar los problemas que provocaría un retiro estadounidense.
El impacto iría mucho mas allá de la región norteamericana, toda vez que aliados económicos y militares de EU parecen ahora obligados a revisar sus posturas a la luz de las reservas y hasta desconfianza respecto al compromiso estadounidense que provocó la retórica de nacionalismo económico del presidente Donald Trump.
El mandatario inició su régimen con la denuncia del Acuerdo Transpacífico que había perseguido su predecesor, Barack Obama, como parte de una estrategia de contención dirigida a China.
Los otros 11 países participantes mantuvieron sus compromiso y recientemente firmaron un acuerdo. Más aún, aunque varios de ellos tienen claras reservas respecto a China, el grupo como tal parece abierto a la negociación con una nación que se presenta como deseosa de comerciar sin condicionamientos. Desde su campaña electoral Trump pareció reacio a los compromisos internacionales y la percepción, dentro y fuera de EU, es que creó un vacío político y comercial internacional que crea oportunidades para otras potencias.
Según esa lógica, lo que ocurra con el TLCAN sería una señal de la confiabilidad de EU como socio, aliado o amigo.
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