La semana pasada leí con emoción la noticia que un policía federal mexicano volvía a participar en una operación de Naciones Unidas, en esta ocasión en Haití. Aunque es un pequeño paso para México, es un gran logro de política exterior del presidente Enrique Peña Nieto el haber desechado los mitos y obstáculos en el gobierno federal para que civiles y militares participen en operaciones de la ONU. También debemos reconocer al suboficial Moisés López Camacho que se preparó para acreditar los requisitos que pide la ONU para formar parte de la Misión de Apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH), entre ellos hablar inglés y francés.
El oficial mexicano apoyará en actividades de planeación estratégica, así como en la consolidación de capacidades de la Policía Nacional Haitiana. Sin embargo, Moisés López destaca por su experiencia en el manejo de “drones” y se espera que pueda aplicar este conocimiento en beneficio de la seguridad de los haitianos.
La MINUJUSTH fue establecida por el Consejo de Seguridad de la ONU el 16 de octubre de 2017, con el mandato de contribuir en el fortalecimiento del estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y el desarrollo de la capacidad de la Policía Nacional Haitiana.
Debemos recordar que México no aceptó encabezar ni mandar efectivos militares o de policía a Haití durante la presidencia del gobierno de Vicente Fox. También el presidente Felipe Calderón se reusó a hacerlo a pesar que se preparó a un contingente de la Policía Federal en el dominio del francés.
La última vez que México participó con policías en una operación de la ONU fue entre 1992 y 1993, en la Misión de Observadores de la ONU en El Salvador (ONUSAL), donde se desplegaron 120 agentes.
El suboficial Camacho además de ganar experiencia internacional recibirá un sueldo mayor pagado por la ONU, seguramente será condecorado por el gobierno de Haití y por la ONU sí realiza una buena labor, pero sobre todo tendrá la enorme satisfacción personal de encarnar las acciones de responsabilidad global que México está llamado a desplegar como potencia regional.
Moisés regresará seguramente en unos tres años a su patria o podrá continuar como boina azul de la ONU, el cual es el símil de casco azul militar pero para los policías. Lo que le pediremos en Haití y en México es que pueda capacitar a más policías federales mexicanos para que sigan el camino que él decidió tomar.
El prestigio de la diplomacia mexicana se fortalece con policías y militares mexicanos que participan en operaciones de la ONU en Haití, Líbano y el Sahara Occidental.
Agenda estratégica. Los candidatos y partidos políticos deben consultar y analizar los resultados del Indice Global de Impunidad de México (IGI-MEX 2018) antes de presentar sus planes para combatir la impunidad, inseguridad y violencia: http://www.udlap.mx/igimex/