Un señor modesto

Hay veces en periodismo cuando uno encuentra casos en los que todos tienen preguntas difíciles sin responder. Eso encontré en el caso PGR-Anaya, después de visitar domicilios fiscales, recopilar información en registros públicos y leer cientos de documentos judiciales. En resumen, el caso es el siguiente: un señor político (Anaya) firmó un contrato con un señor modesto (el chofer de Manuel Barreiro, un viejo conocido de Anaya) para venderle una nave industrial. El señor modesto representaba una compañía que se había creado un mes antes, tenía oficinas en un lote sin construir y vivía en una zona popular de Querétaro. Anaya no ha respondido si estos elementos le parecieron al menos extraños. Esto importa porque él es un candidato presidencial, cuyo sentido de la lógica se supondría muy desarrollado. En el contrato, la empresa fundada por el señor modesto se obligaba a pagarle en cuatro meses, pero lo hizo casi un año después, según transferencias bancarias que obtuvimos en Univision y no pudimos confirmar independientemente, debido al secreto bancario. ¿Por qué Anaya aceptó este cambio radical de fechas de pago? ¿Eso tampoco le pareció extraño? Las transferencias indican que el dinero se movió a través de, al menos, nueve compañías entre Gibraltar, Suiza, Bahamas y México, para terminar en la cuenta de Anaya, como pago por la nave. En varias oficinas registradas ante el Registro Público en Guadalajara y Querétaro nos dijeron que no conocen a las empresas, los dueños o no existen sus direcciones. ¿Por qué movieron el dinero en tantos países? ¿El objetivo era pagar menos impuestos o el dinero tenía un origen ilegal? Anaya tiene una fuerte carta en su favor: el contrato de venta dice claramente que el comprador se comprometía a que el dinero era lícito, por tanto estrictamente no tenía por qué saber de las transferencias, o que la empresa fundada por el señor modesto era fantasma. Del lado del gobierno, hay duras preguntas que tampoco han contestado.  ¿Por qué la PGR no ha dicho si investiga a Anaya o no? Para acusarlo, deben demostrar que el dinero era ilegal y que él lo sabía, pero en las declaraciones, los testigos que lo mencionan son indirectos. ¿Por qué Hacienda indagó las cuentas de Anaya al menos desde julio, cuando José Antonio Meade, su actual contrincante, era secretario allí? ¿Era una investigación política u otro caso, del que no sabemos? La PGR entregó a los operadores de las transferencias una copia de sus declaraciones. Tacharon allí todos los datos personales, excepto los de Anaya, Barreiro, su esposa y sus suegros. ¿Por qué han compartido detalles del caso con esta inusual celeridad y apertura? ¿Quieren que solo se cuente la parte del caso que afecta a su rival? ¿Por qué no revelan, por ejemplo, quién es el misterioso empresario queretano que supuestamente entregó el dinero a Manuel Barreiro, para pagar la nave? Por Peniley Ramírez