El beisbol de Grandes Ligas tiene una grave preocupación, al incrementarse durante 2017 la duración promedio de los partidos de nueve entradas a tres horas, cinco minutos y 11 segundos, casi cuatro minutos y medio más que la temporada anterior, e intenta ponerle remedio. Después de todo es un deporte que ha batallado para hacerse de nuevos aficionados, dado que las generaciones jóvenes prefieren eventos ágiles y contenidos breves.
Desde hace un par de años, Grandes Ligas implementó algunas medidas para acelerar el ritmo de los encuentros, que en 2000 promediaban dos horas y 50 minutos, como evitar, aunque de manera laxa, que los peloteros salgan de la caja de bateo sin ton ni son, estandarizar los cortes comerciales entre entradas con pausas de 2:05 minutos, si se trata de una transmisión local, de 2:25 minutos, si es a nivel nacional, y de 2:55 minutos si el juego es de playoff, así como conceder la base por bolas intencional con una señal, sin necesidad de hacer un solo lanzamiento a la goma. Pero evidentemente no ha funcionado.
Para la campaña que está por iniciar, se limitará el número de visitas al montículo a seis por cada nueve entradas, si es que el lanzador no va a abandonar el partido, y a una por inning si el juego se prolonga a entradas extra. Además, el primer pitcheo de cada media entrada se realizará justo al momento de volver de comerciales. La meta es que la duración de los encuentros sea menor a dos horas y 55 minutos; de no lograrlo, para 2019 los lanzadores tendrán un límite de 18 segundos por disparo.
Es más, se piensa en la posibilidad de que en extra innings los equipos inicien la entrada con un corredor en segunda base, medida que aparentemente se aplicaría durante la pretemporada en curso, pero que fue abortada y que dañaría la esencia del juego.
Lo curioso de todo esto es que DE APLICAR EL REGLAMENTO no se tendrían que tomar nuevas medidas, y los partidos se agilizarían de inmediato. La regla 5.07 (c) dice: “Cuando las bases estén vacías, el pitcher debe lanzarle la pelota al bateador en 12 segundos tras recibir la pelota. Cada vez que el pitcher retrase el juego violando esta regla, el umpire cantará bola”. Y en cuanto a los bateadores, en la regla 5.04 (b), se señala que no deben dejar su posición en la caja de bateo o pedir “tiempo”, una vez que el pitcher está listo para hacer el lanzamiento o inicia el windup. ¡Aquí están las respuestas! No es necesario traer del pasado los carritos de golf, que desaparecieron hace 22 años, como lo hará Arizona para traer del bullpen a los relevistas para que los encuentros sean más rápidos. El reglamento les da dientes a los umpires, ¡ÚSENLOS!