La semana pasada, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, denunció que la falta de agua en distintas zonas de la capital, se debía al cierre intencional de las válvulas de suministro con fines políticos, enlistó como las principales afectadas, las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán, Iztacalco y Venustiano Carranza y precisó:
“Es más político, están cerrando válvulas, en el momento en que los podamos sorprender en flagrancia, porque no es un delito violento, los vamos a detener”.
Dos días después, en conferencia de prensa y sobre el mismo tema mencionó: “Nada más que sepan que quien les está pidiendo que lo hagan, los está llevando probablemente a cometer un delito como es el de sabotaje. No soy yo el que decide qué delito se comete, pero les puedo decir que la descripción del Código Penal más cercana a realizar una conducta así es la de sabotaje”. También reiteró que se reforzaría la vigilancia y medidas de seguridad en los 50 puntos donde se ubicaron estos cierres para evitar más afectaciones a la población.
En ninguna de las conferencias, se refirió a la identidad de los probables responsables o al grupo político al que pertenecen; quien sí lo hizo, fue la diputada local del PRD, Elizabeth Mateos Hernández, señaló a integrantes de Morena como los responsables de bloquear durante más de cuatro horas distintas vialidades de la Delegación Iztacalco, al mismo tiempo que se descubrieron cuatro válvulas cerradas de manera intencional; en la presentación de la denuncia ante la Procuraduría de la CDMX, ofreció nombres.
Aun no se puede señalar con contundencia a los responsables, faltan elementos de prueba o sorprenderlos en flagrancia, pero si el servicio de suministro de agua se restablece de manera “normal”, los dichos de la diputada Mateos tomarán fuerza.
Lo lamentable es el uso faccioso de un tema tan delicado como es el agua para conseguir fines políticos; las batallas electorales suelen ser cruentas, difíciles, adversas, hostiles, pero deberían tener límites, uno de ellos, el agua.
En una Ciudad como la nuestra, donde miles de capitalinos padecen la falta de tan preciado líquido, el tema del agua no debe ser usado ni por unos ni por otros, como estrategia electoral.
Se debe entender que estamos frente a un problema de proporciones mayúsculas y sus consecuencias nos afectan a todos; rojos, amarillos, azules, naranjas y morenos, todos, sin excepción, padeceremos tarde que temprano el desabasto de agua si no encontramos soluciones permanentes al problema, hacen falta políticas públicas nacionales para garantizar su cuidado.
Vale recordar, Ciudad del Cabo en Sudáfrica, en los próximos meses se quedará sin agua, llegará el día cero. Ahí dentro de poco, no importarán candidaturas ni partidos, nadie querrá gobernar una ciudad sin agua. La miopía de algunos políticos, es inmensa.
Héctor Serrano Azamar
Político PRD
@HSerranoAzamar
Viernes 13 de Diciembre de 2024