Deporte sin dopaje

El documental Icarus fue premiado con el Oscar 2018. Un largometraje en el que el director Bryan Fogel se propuso demostrar cómo es fácil eludir los controles antidopaje participando en una carrera de ciclismo amateur. Para ello contrató a un químico ruso, el doctor Grigori Rodchenkov, que era nada menos que el director del Laboratorio Antidopaje de Rusia.
Durante la filmación, por casualidad, quedó al descubierto que desde el gobierno del presidente Vladimir Putin operaba un sofisticado sistema, en el cual participaba Rodchenkov, para dopar a los atletas rusos y “limpiar” sus muestras de orina y así esquivar las sanciones.
La lucha a favor del Juego Limpio que encabeza la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por su siglas en inglés), un organismo privado que firma acuerdos con los gobiernos de los países, ha quedado rezagada. Este caso puso al descubierto que la trampa, el hecho de usar sustancias o métodos para mejorar el rendimiento deportivo, va ganando esta interminable carrera: los deportistas buscan atajos para conseguir marcas, medallas y los consiguientes beneficios económicos que les reditúa.
Por su parte, la WADA sabe que va detrás, que no le alcanzan los recursos para descubrir con la misma celeridad que los atletas hacen trampa, la forma en la que lo hacen y, lo peor, con la ayuda de sus gobiernos y de quienes son “colaboradores” de la WADA, como el doctor Rodchenkov, para prevenir el uso de sustancias y métodos prohibidos. Por eso tenemos que años después de haber sido la reina de los Juegos Olímpicos, Marion Jones fue despojada de sus medallas. Jamás falló un control antidopaje. Lance Armstrong fue señalado por sus compañeros de equipo y terminó confesando la trampa. Tampoco dio positivo. Cuando así ocurrió, fue encubierto. Por eso, cuatro y hasta ocho años después, el Comité Olímpico Internacional ha retirado medallas y ha reasignado posiciones en los podios.
Por eso la Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos habla de todo lo que no pueden usar los deportistas y se refiere a todo lo conocido y por conocerse. El diseño de nuevas sustancias hace imposible que en forma inmediata sepamos lo que tienen a mano los atletas para ganar, para mentirle al mundo, para hacernos creer que son súper hombres o súper mujeres capaces de las hazañas más impensables.
Y en esta lucha, Fogel ha sido un elemento clave. Tuvo a mano a Rodchenkov con testimonios de propia voz explicando cómo cambiaban en Rusia las muestras de orina por órdenes del gobierno. Un dopaje de Estado. Asimismo, el periodismo de investigación de Hajo Seppetl, el reportero de la televisora alemana ARD fue el detonante para desenmascarar este caso de corrupción en el deporte ruso.
Diacrítico. Bienvenido todo esfuerzo que permita limpiar el deporte, para que siga siendo parte de la educación integral de las personas y no un medio para enriquecerse a través de la trampa.