Un buen día de este año, militantes priistas, funcionarios y hasta el presidente Peña se dieron cuenta que el modelo de comunicación contemplado en las actuales leyes electorales no les favorecía.
Hace 2 semanas, el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade y el PRl impugnaron el acuerdo del consejo general del INE que prohíbe los debates entre candidatos durante el periodo de intercampaña. Varios abogados del partido presentaron un recurso por el cual promueven un juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano, argumentando que el Instituto Nacional Electoral no cuenta con atribuciones para restringir la libertad de expresión en la competencia electoral.
Días después, cuando fue a Michoacán a inaugurar una carretera, Enrique Peña Nieto se quejó de la actual legislación que le impide declarar sobre lo que pasa en época de campañas. "No me quiero meter en la polémica ni en el debate del proceso electoral, porque ha sido tan rígido el marco legal de actuación que tenemos las autoridades, que prácticamente no pudiéramos fijar posición, cuando la tenemos, sobre lo que ocurre en el proceso electoral”, lamentó ante los asistentes.
El reproche del presidente es resultado de la frustración por los ataques que permanentemente recibe su administración, ahora bajo fuego constante, y la imposibilidad de inyectar un antídoto ante la opinión pública.
No es novedad que la actual legislación electoral contiene insuficiencias que a la postre inhiben el voto. Una de ellas es la restricción para hablar claro sobre propuestas, pedir el voto o como dijo Peña, para decir cualquier cosa relativa a la elección.
Es un hecho que pasando la elección se deben discutir propuestas que ya están sobre la mesa, como el financiamiento a los partidos, la fiscalización, la segunda vuelta, la relación entre el INE y el Tribunal Electoral, pero también el papel neutral de los gobernantes y la forma en la que en 2021 o 2024 los candidatos estarán dirigiéndose a unos electores cada vez más decepcionados y exigentes y con muchos medios a su alcance.
Así es que, señores políticos, si no les gusta el modelo de comunicación, cámbienlo. Sean más libres. Verán que el resultado es mejor que quejarse cuando los números no les favorecen.
CONTRASEÑA: Ante el temor de que las preferencias por la candidatura presidencial de Ricardo Anaya sean descarriladas, un grupo de militantes del Partido de la Revolución Democrática planteó abandonar el Frente y pactar con Andrés Manuel López Obrador. Su intención crece mientras ven que los números a favor del candidato frentista descienden en las encuestas a consecuencia de las acusaciones de lavado de dinero.
REGISTRO: 20 años de participar en convenciones bancarias favorecieron a José Antonio Meade, quien ahora como candidato se llevó el aplausómetro este viernes en Acapulco. Hace 6 años, esa distinción correspondió a Josefina Vázquez Mota.