Air Jordan

Un día encendí la televisión y lo vi. Jamás pensé posible tal proeza fuera del cine o los sueños, pero en serio, vi volar a Michael Jordan. Corrió por la duela hacia el aro y en el área brincó proyectándose al frente, suspendido a más de un metro del suelo, extendió su brazo y reventó la pelota en la canasta. La imagen es un ícono reproducido junto con el eslogan: Sólo hazlo. Ese mago cambió el deporte ráfaga para siempre e impactó con fuerza la cultura pop. Michael Jeffrey Jordan nació el 17 de febrero de 1963 en Brooklyn, Nueva York, y creció en Carolina del Norte. Practicó varios deportes en la escuela, pero fue apartado del baloncesto por medir sólo un metro 80 de estatura. Tras crecer 10 centímetros regresó. En 1984 fue elegido por los Chicago Bulls, nombrado Rookie del año, y logró el patrocinio de la trasnacional con la que aún mantiene un convenio comercial, siendo pionero de la relación deporte/mercadotecnia que hoy es tan familiar. Siguieron años de logros que lo dejaron a la altura de leyendas como Magic Johnson, pero la racha acabó. En octubre del 93, tras ganar el oro olímpico en Barcelona con el dream team, Michael anunció su retiro. Habían matado a su padre mientras le robaban el auto de 40 mil dólares que él le regaló. La declaración oficial fue que ya no disfrutaba el juego. Debutó en el beisbol con los Medias Blancas de Chicago. El magnate Jerry Reinsdorf, dueño de los dos equipos, lo apoyo pagándole su sueldo anterior. Sin resultados destacables o incluso positivos, Michael regresó a las duelas en 1995. Luchó por volver a su ritmo anterior y llegó con su equipo a las semifinales de conferencia contra el Orlando Magic, donde ocurrió lo impensable: Jordan perdió los dos últimos balones del juego definitivo. Chicago cayó derrotado. Esa negra noche llovieron crueles comentarios sobre alguien que en tres años perdió a su padre, su carrera de súper atleta, fracasó en su nuevo proyecto y al intentar volver. Pero él no se rindió y entrenó con desesperación. La 95-96 trajo aires nuevos. Un Dennis Rodman de estilo inolvidable llegó para reforzar la ofensiva. Scottie Pippen, Brian Williams y Toni Kukoc también integraron un equipo imparable que recuperó el campeonato. La 95-96 y 96-97 fueron temporadas legendarias donde los Bulls se enfrentaron al Jazz de Utah con partidos finales espectaculares por los duelos entre Jordan y Malone, las recuperaciones de Rodman, la velocidad de Pippen, las asistencias de Stockton y las mil vueltas del marcador. En 2003, con los Washington Wizards, dio el adiós definitivo. En casi todas las ciudades que visitó lo colmaron de homenajes. En su momento pisó esas canchas como rival y ayudó a aplastar al equipo local, pero nadie se resistió a un héroe con capacidad, valor, casta e inteligencia que revolucionó el mundo a través del deporte. GOAT lo nombraron: el más grande de todos los tiempos, título que aún conserva el insuperable Michael Jordan.