De la dictadura perfecta al suicidio populista

El 30 de agosto de 1990 nació una sentencia que marcó la vida pública de México en el mundo entero. Se celebraba el “Encuentro Vuelta” por el aniversario de la revista que fundó y dirigió Octavio Paz. Sentados en la misma mesa estaban varias de las mentes más brillantes de la intelectualidad hispanoamericana. Ese día, Mario Vargas Llosa definió a México como la dictadura perfecta. Eran los tiempos hegemónicos del PRI con Carlos Salinas de Gortari en la Presidencia, una derecha revitalizada por sus primeros triunfos electorales en los estados, y una izquierda renaciendo, unida y combativa. Vargas Llosa provocó indignación y gran escándalo político por asegurar México no podía ser exonerado de la tradición dictatorial latinoamericana. “México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo, no es la Unión Soviética, no es Fidel Castro. Es México, porque es la dictadura camuflada. De tal modo que puede parecer no ser una dictadura, pero tiene, de hecho, si uno escarba, todas las características de la dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido”. Han pasado casi 28 años, y la sentencia de Vargas Llosa ha sido bandera de la oposición, principalmente de izquierda, para desacreditar a los gobiernos del PRI. Hoy, el Premio Nobel 2010 vuelve a hablar de la política mexicana. Critica sin piedad al populismo de izquierda representado por Andrés Manuel López Obrador y lo equipara a lo que vive Venezuela tras el chavismo. “Hay una posibilidad, las encuestas dicen que grande, de que México retroceda de la democracia hacia una democracia populista, una democracia demagógica. ¿Van a ser tan insensatos los mexicanos teniendo el ejemplo trágico, horrible de Venezuela al frente de votar por algo semejante? Mi esperanza es que no. Mi esperanza es que haya suficiente lucidez en México como para ver a dónde conduce ese suicidio que ers votar por el populismo, por la demagogia, por recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero. Ahora, algunos prefieren suicidarse como los venezolanos en la época de Chávez. Pero yo espero que no ocurra en México. Sería verdaderamente trágico para México, donde hay muchas cosas que andan mal, pero algunas que andan bastante bien en México, la verdad”. Lo que me pregunto ahora es si ¿la izquierda mexicana, especialmente aquella identificada con López Obrador, seguirá tomando como bandera esta nueva sentencia de Vargas Llosa? El líder de Morena reaccionó de inmediato como era predecible. Apenas atinó a decir que Vargas Llosa es muy buen escritor, pero mal político. “Hay que esperar que el populismo no gane en estas elecciones, sino más bien retroceda”, Mario Vargas Llosa, 2018.