¿Limpieza o cacería de brujas desde la SFP?

La Secretaría de la Función Pública (SFP), que encabeza Arely Gómez, dio inicio a una serie de investigaciones de diferentes contratos y licitaciones correspondientes al servicio de limpieza en varias dependencias del gobierno federal. El punto es relevante e incluso es bienvenido en el sector, pues es urgente que se revisen las asignaciones de este tipo de contratos, muchos de los cuales involucran cifras millonarias, con el fin de que se realicen de forma transparente y apegada a los normatividades. Sin embargo, lo que no está bien visto, es que esta pesquisa esté orientada hacia un sólo proveedor de servicios de limpieza, hablamos de Reisco Operadora de Servicios, el cual se atrevió a denunciar irregularidades cometidas en diversos procesos de licitación por parte de distintos funcionarios adscritos a entidades del Gobierno Federal. Se sabe que el pasado 6 de febrero del año en curso, la SFP giró oficio a todos los titulares de los Órganos Interno de Control de las dependencias donde este grupo presta servicios, para que busquen, revisen y encuentren lo que sea, aún sin importar si estos hallazgos son inherentes o no al servicio contratado, ya que de lo que se trata en pleno periodo de licitaciones es presionar, coaccionar y espantar a quien se atrevió a denunciar el “negocio sucio”. Sin embargo, dentro del mismo sector se asegura que lo ideal sería que Arely Gómez y su equipo también revisaran a fondo las asignaciones, contratos y procesos del grupo de empresas integrado por Fireky, que curiosamente presta actualmente sus servicios en la propia Función Pública, Tecno Limpieza Ecotec, Gott und Glock, Molt Net, Administración Virtual del Servicio de Limpieza, Cato Servicios, Comercializadora de Servicios Reyson, Limpieza Vallejo, Morgan Express, Corporativo Norsus, Limpieza Eos, Iss Facilityes, o P&C Limpieza e Imagen de Inmuebles, entre otras. Ya que dichas empresas acaparan actualmente alrededor del 80 por ciento del sector público, simulando que son competidores cuando en realidad todas estas empresas pertenecen en su mayoría a dos personas. Sí, como lo está leyendo ¡a sólo dos personas! Y sino pregunten a Fernando Sanromán Cervantes y Enrique José Gómez Mandujano. Un caso que además debería ser investigado sin duda alguna por la Comisión Federal de Competencia (Cofece), que lleva Alejandra Palacios, y quien está muy activa en cuanto al combate de posibles carteles que limitan la competencia, y si no basta preguntar en sectores como el farmacéutico, el aeronáutico, el de e-commerce y el de custodia y traslado de valores, entre otros. Y es que la posible estrategia de competencia simulada en el sector de la limpieza es la mejor manera para ir subiendo los precios que le ofrecen al gobierno, obviamente con la conveniencia y bajo el amparo de funcionarios en diversas dependencias, los cuales también se ven beneficiados con la adjudicación de los contratos. Así que ojalá la SFP cumpla con aquello de que “el buen juez por su casa empieza”.