Pejeleaks, una plataforma con bitcoins

Una hilera de carteles, en cuya blancura casi podía olerse la tinta recién impresa, apareció de repente este 6 de febrero, colgados desde cada poste de luz de la calle Morelos, que conecta el Café La Habana con la avenida Paseo de la Reforma, a menos de dos cuadras de la Secretaría de Gobernación, en el corazón de la Ciudad de México. Unas cuadras adelante, en el Ángel de la Independencia, dos hombres vestidos con playeras negras y máscaras de Anonymous sostenían el mismo cartel. En el sur, a la misma hora, el portal Nación 321 reportó que en varias calles lucían colgados los mismos carteles, en la misma sucesión de postes eléctricos. El diseño: una imagen caricaturizada de Andrés Manuel López Obrador, seguida del título: Pejeleaks y un sitio web con el dominio .org, normalmente reservado para las organizaciones civiles, con actividades sin fines de lucro, exentas de impuestos. El Registro Público de Comercio nacional que agrupa la Secretaría de Economía no tiene registro de alguna organización llamada Pejeleaks, pero el sitio web sí que existe. Se trata de una página que se anuncia como “una plataforma que documenta y pone en evidencia a través de investigaciones periodísticas, su faceta (de López Obrador) más oscura y desconocida”. Está alimentada, según su manifiesto, con información de periodistas, activistas, empleados públicos. La privacidad aquí es la norma. Si usted les compartirá información, piden que lo haga a través de correo encriptado. Si quiere donar, piden que se haga a través de bitcoins, la criptomoneda virtual e irrastreable. Si descarga un documento, el rastro electrónico de la metadata habrá sido borrado con Metaclean, una herramienta que elimina los datos de quien lo elaboró o descargó originalmente. Contacté al administrador del sitio y pregunté por qué no quieren que se revelen sus identidades, por qué tienen miedo, cómo se financian. Una y otra vez, respondieron que lea su manifiesto y que no dirán más de lo que está allí. El portal no es ninguna improvisación, sino una página bien armada, que en los últimos 15 días abrió cuenta en Instagram, Facebook, Youtube y Twitter. Comenzaron a seguir a periodistas y activistas considerados influencers en México. Editan videos, usan tipo- grafía propia, hacen infografías, utilizan documentos públicos de registros oficiales y contrataron un dominio web que permite descargarlos. Las historias ya publicadas y las que han anunciado resumen escándalos de corrupción de colaboradores y familiares de Andrés Manuel López Obrador. Dicen que tienen más, que lo hacen para que haya un “voto informado”. ¿Habían visto ustedes, queridos lectores, otra organización anónima de ciudadanos preocupados, con presupuesto para una campaña de lanzamiento en calle y web, con una logística de promoción simultánea, que resguarda ante todo, el secreto de quiénes son?