El voto es emocional, no racional

Al “menos peor”, en la percepción emocional del electorado, se elegirá en la jornada presidencial del 1 de julio próximo, toda vez que ni Andrés Manuel López Obrador, ni José Antonio Meade, ni Ricardo Anaya, pasan la prueba de Mr. simpatía entre los votantes mexicanos. De los tres hay más opiniones negativas que positivas. Para ganar una elección, nos explican expertos en demoscopía, hay tres requisitos que deben cumplir los candidatos: que sea conocido, que esté bien evaluado entre los votantes y que haga o diga algo memorable (por ejemplo el “hoy, hoy, hoy” de Vicente Fox en el 2000). Es decir, el voto se define por emociones, sentimientos, instintos, humores, y otros factores alejados del razonamiento y el análisis estructurado. Por eso no es casual que las campañas que se arman para los candidatos tengan el mismo corte mercadológico de un comercial para vender licuadoras, colchones, frituras o cualquier otro producto. Así, en el actual proceso, el porcentaje de conocimiento de los principales candidatos, está muy parejo, por lo que en esa variable cualquiera de los tres podría ser electo Presidente. A López Obrador lo conoce 95 por ciento, a Anaya 91 y a Meade 89, según la encuesta El Heraldo de México/Suasor Consultores, publicada en estas páginas la semana pasada. En cuanto a la evaluación de cada uno de los aspirantes, la encuesta arroja lo siguiente: López Obrador tiene 13.4 por ciento de opiniones muy buenas, 15 por ciento buena, 24.8 por ciento regular, 16.6 por ciento mala y 25.5 por ciento muy mala. Anaya: 10.9 por ciento muy buena, 13.7 por ciento buena, 28.2 por ciento regular, 17.6 por ciento mala y 20 por ciento muy mala. Meade: 9.7 por ciento muy buena, 14.3 por ciento buena, 19.4 por ciento regular, 22.2 por ciento mala y 23.9 por ciento muy mala. Si sumamos, AMLO acumula 42.1 por ciento de negativos, Anaya 37.6 y Meade 46.1, lo que significa que ninguno de los tres es santo de devoción de los electores mexicanos. Pero faltan cinco meses para la elección y cualquiera de los tres puede revertir los números, aunque Anaya y Meade llevan ventaja a AMLO, porque este ya llegó a su tope en las preferencias electorales y sólo puede mantener su ligera ventaja o perderla. El tabasqueño lo sabe. Tan es así que ya revivió el discurso del “fraude electoral”, con el que se cobija y perpetúa políticamente cada vez que es derrotado en una elección. *** EN EL VISOR: Tan populistas como acusan a Andrés Manuel López Obrador, resultaron los panistas. Se aliaron con el PRD, un partido que forma parte del Foro de Sao Paulo, que no sólo respalda abiertamente a gobiernos como el de Venezuela, sino que lo promueven en Latinoamérica. ¿Pedirá el PAN al sol azteca romper con el foro o seguirá mordiéndose la lengua acusando a AMLO por su populismo y de pretender llevar a México al eje bolivariano?