Año de Hidalgo en el Metrobús

Tal parece que en la Ciudad de México, por ser el último año de gobierno, distintos actores están moviendo las piezas para resultar beneficiados con la asignación de contratos o para caer parados ante los inminentes cambios. Por lo que nos cuentan, la administración de Miguel Ángel Mancera se encuentra muy pendiente para frenar este tipo de actos, pues cualquier escándalo impactará directamente en su reputación. Aunque no falta quien saca el colmillo y muerde. Por ejemplo, en el Sistema Metrobús, proyecto toral de las últimas dos administraciones y que moviliza de manera anual a más de 300 millones de personas, se sospecha que la actual Directora de Administración y Finanzas, Adriana Véjar Galván, está violando diversas disposiciones legales durante el curso de una licitación. Y es que a todas luces esta funcionaria busca favorecer a la empresa Administración Virtual del Servicio de Limpieza (AVSL), con quien se señala tiene una relación personal cercana, y a quienes el año pasado tuvo que dejar fuera del ejercicio del gasto público de ese organismo, derivado de la etapa de mejora de precios que se llevó a cabo en la contratación del servicio de limpieza en 2017. No obstante, en lo que se refiere a la Licitación Pública Nacional METROBUS/LPN/001/2018 con cinco partidas, convocada para la contratación del Servicio Integral de Limpieza de las Estaciones y Terminales de los Corredores a cargo del Metrobús, de manera arbitraria descalificó a distintas empresas dejando libre el camino a la citada empresa, AVSL. Lo anterior, para que en las partidas que cotizó esta compañía, no se lleve a cabo la etapa de mejora de precios que marca la Ley de Adquisiciones en la Ciudad de México, con lo que queda demostrado que sin importar lo que tenga que hacer está velando porque sus intereses y los de AVSL sean los que prevalezcan. Asimismo, el pasado 31 de enero se ingresó una denuncia por parte de empresas participantes en el proceso, ante la Contraloría Interna del Metrobús, en donde se acusan “diversas inconsistencias, en el desarrollo del acto, pues el proceso de contratación careció de transparencia e imparcialidad, lo que resultó en un evidente favoritismo”. Y ya ni hablar de los señalamientos de “conflicto de interés y/o tráfico de influencias” en los que podría incurrir Véjar Galván. Ante tal situación, ojalá que el titular de la Contraloría Interna del Metrobús, Ernesto Bueno Meza, y su director general, Guillermo Calderón Aguilera, tomen cartas en el asunto atendiendo las indicaciones del Jefe de Gobierno, pero sobre todo resolviendo la denuncia presentada por las irregularidades de este procedimiento, pues el tiempo del contrato está por iniciar, ya que de acuerdo con la convocatoria va del 9 de febrero al 30 de noviembre del presente año.