Los corruptos del PAN

Dice el dicho que para ser hay que parecer, pero parece que ese refrán popular mexicano no aplica para Ricardo Anaya, el precandidato Por México al Frente a la Presidencia de la República. Su intento de parecer un rudo motociclista ralló en el ridículo. El casco le quedó enoooorme, los guantes prestados le nadaban, la chamarra una talla de más y la lujosa Harley Davidson que le consiguió su ‘compa’ Juan Zepeda, pesa por lo manos tres veces más que él. Flaco favor le hicieron sus asesores de imagen al tratar de pintarlo como un rudo biker. Tampoco se fijaron que la moto que usó tiene placas de Morelos, las mismas que usan muchos ‘pudientes’ que compran vehículos de lujo para evadir el pago de la tenencia. Tal vez por el casco y el estruendoso motor de la Harley, Anaya no escuchó las novedades de sus compañeros panistas acusados de corrupción. La semana pasada fue deportado a México Roberto Romero López, ex secretario de gobierno del panista Guillermo Padres, actualmente preso acusado de varios delitos de corrupción. Romero López fue detenido por la Fiscalía Anticorrupción de Sonora. Un día antes, en una carretera de Sonora, fue capturado un individuo que portaba medio millón de pesos entre su ropa. No pudo explicar el origen del dinero, solo declaró que se lo entregó otro exfuncionario del panista Guillermo Padrés. Señaló a Jorge Morales, quien fuera coordinación de comunicación social en Sonora, quien estuvo preso y actualmente enfrenta un proceso por corrupción. Sabemos bien que la corrupción es uno de los temas favoritos en la campaña de Ricardo Anaya, siempre y cuando se trate de acusar a los demás. Por eso no me extraña que cuando se acusa de corruptos a los panistas hace como que no oye. Ya el año pasado una serie de investigaciones periodísticas, aún no desmentidas, sembraron la duda sobre la manera en que Anaya y su familia política han amasado su fortuna. Ahora, otra investigación periodística, publicada por la revista Proceso vuelve a cuestionar la probidad del precandidato del PAN, PRD Y MC. Lo acusan de crear y utilizar una fundación humanista para beneficiarse de un negocio inmobiliario. Anaya respondió negando todo. Dijo que las operaciones de la Fundación Por Más Humanismo fueron “absolutamente transparentes y apegadas a la ley”. El problema es que no ofreció una sola prueba, otra vez pretende que creamos en su palabra, como si se tratara de un acto de fe. El año pasado, emprendió acciones legales para que la justicia garantizara su derecho de réplica ante las versiones periodísticas de El Universal que publicó varios reportajes sobre cómo se multiplicó varias veces la fortuna y propiedades de Anaya y su familia política en unos cuantos años. Un juez le dio la razón. Ordenó al diario otorgar la réplica a Ricardo Anaya, pero nunca dijo que la información publicada fuera falsa. Veremos ahora cómo contrarresta estas nuevas acusaciones. Lo cierto es que no puede pretender competir por la Presidencia de México con dudas sobre su honorabilidad, cuando los mexicanos están hartos de los escandalosos casos de corrupción de los priistas. Tampoco puede esperar que los mexicanos creamos que estos nuevos señalamientos son parte de la guerra sucia del PRI. Si no tiene nada que ocultar, que muestre las pruebas. BON APPÉTIT El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, logró lo que quería: 900 millones de pesos y la solicitud de extradición contra César Duarte. Ahora tendrá que explicar por qué se le ha disparado la inseguridad en el estado y qué hará para eliminarla. Además, a ver cómo enfrenta las acusaciones de tortura hechas por Alejandro Gutiérrez, quien ahora cuenta como su abogado al reconocido exjuez español, Baltazar Garzón.   Columna anterior: El coraje de AMLO