Una de las grandes ventajas naturales para México es sin duda su ubicación geográfica. Al ser un país bioceánico, con costas tanto en el Atlántico como en el Pacifico, el tema marítimo es clave en el desarrollo de nuestra nación; los puertos de México pueden contribuir particularmente al crecimiento económico, al considerarlos como coadyuvantes del desarrollo regional de los litorales de México, pues abren vías de comunicación a Asia, Europa, el cono Sur y el mercado del norte. Bajo este contexto, las ventajas marítimas son claras y han sido aprovechadas, al grado de que las cifras de la industria naval, tanto para el servicio de transporte de carga como de pasaje, ha experimentado buenos números en general, y muestra de ello es la buena racha que atraviesa el grupo logístico-naviero Baja Ferries, capitaneado por Óscar Ruano. En lo que se refiere al servicio de transbordadores de carga y pasaje en México, la empresa registró al cierre de 2017 un crecimiento general del 40 por ciento en facturación con respecto a 2016, sustentado en un crecimiento en ventas, pasaje y viajes realizados, e impulsado principalmente por la ampliación de su flota. Tan sólo en el flujo de pasajeros, Baja Ferries aumentó 20 por ciento respecto al año anterior, lo que representa más de 240 mil personas; mientras que, en el transporte de carga, registró el traslado de más de 1.8 millones de metros lineales de embarque de bienes, productos y materiales. Estos datos consolidan la posición de Baja Ferries, como la compañía que mayor carga y pasajeros moviliza en el país, vía marítima.
CONVENIO POR LA INNOVACIÓN.
Hoy, diversas instituciones, públicas y privadas hablan sobre la importancia de impulsar la innovación tecnológica en el país como estrategia del crecimiento económico y productivo del país. Coincidiendo en esto, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial(IMPI) y The Business Software Alliance(BSA), lidereadas por Miguel Ángel Margáin y Kiyoshi Tsuru, respectivamente, renovaron la alianza que desde hace años mantienen al incentivar de que las empresas adopten prácticas de negocios que involucren la gestión de software legal como parte de sus activos para mejorar su productividad y desarrollo. La importancia de estas alianzas radica en que contribuye en gran medida a disminuir los índices de software no legal en las organizaciones y posibles riesgos informáticos, lo que se traduce en un mercado formal más fuerte que pueda impulsar a las empresas tecnológicas, pequeñas y medianas, del país. Sin duda tema relevante ya que de acuerdo con BSA, alrededor del 52 por ciento de las compañías mexicanas usan software no legal, situación que impide vacunar sus sistemas contra posibles ataques cibernéticos, los cuales representan un daño por mil 300 millones de dólares al año en el país. Mientras que, en el transporte de carga, registró el traslado de más de 1.8 millones de metros lineales de embarque de bienes, productos y materiales.