Trump en Davos: 'Nuevo Momento Americano”

Durante la participación de Donald Trump en la última reunión del World Economic Forum realizada en Davos, Suiza, ante un auditorio de alrededor de 1,600 hombres de negocios, funcionarios y periodistas de todo el mundo, fue sorprendente escuchar no a un Trump huraño y chauvinista, sino diplomático y promotor de su país. A diferencia de otras reuniones internacionales a las que ha asistido, como la Conferencia de Asia y el Pacífico para Cooperación Económica (APEC), en Vietnam, en la que ríspidamente ratificó que EU no participaría en la integración de acuerdos comerciales multilaterales, en favor de la negociación bilateral, en su discurso en Davos se comportó, digamos, como un presidente de la Cámara Americana de Comercio invitando a las grandes firmas internacionales a invertir en Estados Unidos. Se pronunció por el desarrollo de una política comercial equitativa, que beneficie tanto a su país como a sus socios comerciales. Subrayó que el lema “America First” (EU primero) no significa un rechazo a la cooperación internacional, ni tampoco que EU pueda ser autosuficiente y prescindir del comercio con otros países. Hizo notar que cuando la economía de EU crece otros países se benefician. Su discurso fue más conciliador y menos despótico y arrogante, indicando que con su gestión se han mejorado los indicadores de inversión en la bolsa de valores norteamericana, con beneficios en el crecimiento del empleo y de la economía general, la cual se espera crezca aún más a partir de la reciente aprobación de su reforma impositiva. Valdría la pena comentar que lo que Trump no dijo es el hecho de que el repunte de la inflación en EU — que a su vez ha ocasionado un alza en tasas de interés— impidió que el crecimiento del PIB durante 2017 no haya sido el esperado por su administración, alcanzando sólo 2.3%. Es probable que éstas cifras expliquen el porqué de su nueva actitud ante el mundo de los negocios, pues al fin pareciera darse cuenta de que ser Presidente de un país tan poderoso requiere de algo más que las aptitudes de un amenazante promotor empresarial, que es lo que siempre ha sido.