Obesidad y sobrepeso, los enemigos de la salud

Por: Armando Ahued/Ex Secretario de Salud CDMX La Organización Mundial de la Salud considera que la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas y hoy es uno de los temas más preocupantes. El incremento en el número de personas que tienen obesidad de 1975 a la fecha se ha triplicado. Las estadísticas registran que cada año mueren, al menos, 2.8 millones de personas por enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. Éstas representan un problema serio de salud pública que afectan desde niños, hasta adultos mayores. El origen está en los malos hábitos alimenticios que provocan una desbalanceada ingesta de nutrientes esenciales para mantener la buena salud. Las grandes cantidades de grasa, harinas y azúcares que se acumulan en el cuerpo, lo deforman y lo enferman. Cáncer, diabetes, enfermedades cerebro y cardiovasculares, hipertensión arterial, niveles altos de colesterol en la sangre, osteoartritis, artrosis, infertilidad y trastornos del sueño son algunos de los padecimientos provocados por el sobrepeso y la obesidad. Pueden generar también serios problemas psicológicos, emocionales y trastornos alimenticios. Esta situación coloca a los médicos en un papel fundamental, nuestro reto es reeducar a la gente en cuanto al estilo de vida que deben llevar y fomentar todas aquellas acciones que sean saludables a fin de evitar enfermedades crónicas que deterioren la salud, la calidad de vida o que incluso terminen con el fallecimiento de aquellos con sobrepeso y obesidad. Apostar por la prevención en todas las direcciones es nuestra tarea. Comienza con la concientización de la gente para que, de manera regular, acuda a los servicios de salud a realizarse chequeos de rutina, o bien, se auto revise y ante cualquier signo de alarma acuda con un profesional de la salud. Detectar el sobrepeso y la obesidad es relativamente sencillo, una de las más fáciles es medir la cintura. En los hombres no debe exceder los cien cm de circunferencia y en las mujeres no debe superar los 88 cm. Si esos límites se rebasan, lo ideal es acudir con un profesional de la salud para que determine si se trata de malos hábitos alimenticios o de disfunciones endocrinas y metabólicas. Esto permitirá frenar a tiempo el problema. Cuando solamente se trata del estilo de vida, hay que modificar los hábitos alimenticios y erradicar el sedentarismo, eliminar el consumo de bebidas endulzadas y sustituirlo por agua natural; evitar harinas refinadas como pan, pizzas y pastas; consumir más vegetales, verduras, frutas y semillas. Ejercitarse cambia significativamente el rumbo de la salud, lo recomendable es realizar de 30 min. a una hora diaria de actividad física que puede ir desde una caminata, hasta un entrenamiento formal. La obesidad es el quinto factor de riesgo de muerte en el mundo y disminuye la calidad de vida al poner en riesgo la salud. ¡Escríbeme! Mis redes sociales están abiertas a tus comentarios, en Facebook me encuentras como Dr. Armando Ahued Ortega y en Twitter @A_Ahued