Canelo vs. GGG 2

Lo que se veía venir desde hace varias semanas ya es oficial: Saúl Canelo Álvarez peleará nuevamente contra Gennady Gennádievich Golovkin, mejor conocido como GGG. El desempate se celebrará el próximo 5 de mayo y las negociaciones fueron arduas y complicadas, ya que un enfrentamiento de esta naturaleza, teniendo a dos de los mejores peleadores del mundo, es un negocio de muchos millones de dólares; por lo cual, el grado de dificultad era mayúsculo, sobre todo, considerando que Golovkin, el todavía campeón mundial de los medianos, tiene que ganar menos que el peleador mexicano, a pesar de sus tremendos méritos y extraordinaria calidad deportiva. Hago una pausa para explicar esta situación. En una pelea siempre hay un boxeador A y otro B; el A es aquel que por sus características de mercado genera la mayor cantidad de dinero. Si consideramos el arrastre que tiene Canelo, tanto en Estados Unidos como en nuestro país, no sólo con la afición, sino también con los patrocinadores y las televisoras (en EU, HBO garantiza con Álvarez una cantidad estratosférica de venta en Pay Per View, y aquí en nuestro país con niveles de rating muy importantes), y si sumamos que la pelea se disputa en Estados Unidos (aún por definir si en Las Vegas, Nueva York o Dallas, Texas), geográficamente más proclive a todo lo que rodea a Saúl Canelo Álvarez, es fácil entender quién es el peleador A. Por eso el acuerdo entre Tom Loeffler y Golden Boy Promotions, encabezada por Oscar de la Hoya y Eric Gómez, fue con un alto grado de dificultad; finalmente GGG aceptó la cantidad de dinero, que será más de lo que recibió por la primera pelea realizada en septiembre, pero nuevamente inferior a lo que el muchacho de Guadalajara se embolsará. ¿Es justo? Para mí sí, y ya expliqué el porqué en líneas anteriores, pero también señalo que las dos bolsas más importantes en la carrera de Golovkin son justamente las que sumará ante Canelo. Por otra parte, este segundo enfrentamiento ha levantado una expectativa enorme, desde el mismo instante en que el 16 de septiembre se decretara un empate, pues los tres jueces vieron algo distinto: Dave Moretti 115/113 para GGG, la polémica tarjeta de Adalaide Byrd, con 118/110 para Canelo, y Don Trella 114/114. Pudo haber ganado Canelo, sí; pudo triunfar GGG, sí; pudo ser empate, sí. Yo vi ganar a Saúl siete rounds y perder cinco, pero todos tienen argumentos para defender su opinión; es por eso que todos quieren ver ya el inicio del round 13 entre ambos. Saúl Álvarez ya amenazó con noquear a Golovkin para olvidarse de los jueces, y el kazajo está seguro de ganar. El mexicano, de 27 años, me parece que está en su mejor momento; Golovkin llegará de 36 años, todavía con extraordinaria condición, en un choque de poder a poder que paralizará al mundo por 12 rounds, o menos, si es que llega el nocaut de algún peleador; para Álvarez, es, sin duda, el triunfo que le daría el reconocimiento que le ha sido negado por algunos, a pesar de que su desarrollo como boxeador de élite ha sido constante pelea tras pelea.