Las noticias llegaron en cascada durante todo enero. “Renuncian 6 mil al PRD en Hidalgo; se van a Morena”. “Se van 50 mil militantes del PRD en Estado de México”. “Secretario General del PRD capitalino renuncia y apoyará a Morena”.
El mes pasado también dejaron su militancia amarilla personajes como el senador Fernando Mayans o la activista Diana Sánchez Barrios. Sus nombres se sumaron a otros personajes como Pablo Gómez, Alejandro Encinas, Leonel Godoy, Carlos Sotelo y tantos más. Parece natural el traslado de perredistas a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, pero no es así en el caso de los panistas o ahora exintegrantes de este partido.
Anteriores acérrimos rivales, incluso hasta el insulto, allegados a AMLO han estado intentando y consiguiendo el fichaje de figuras ligadas al PAN.
Comenzando en julio pasado con la incorporación del empresario Lino Korrodi, antiguo amigo de Fox, el mes pasado fue fructífero en acercamientos. El arribo de la senadora Gabriela Cuevas es uno de los más comentados, aunque muchos azules no se dijeron sorprendidos.
Es muy posible que hoy mismo el exdirigente Manuel Espino anuncie la adhesión de su organización al proyecto del tabasqueño.
Esta semana, Germán Martínez reveló en su columna de Reforma que López Obrador le ofreció incluirlo en su terna de propuestas para Fiscal General de la Nación, invitación que declinó, pero que le dejó una idea muy opuesta a lo que tenía del hoy puntero en las encuestas.
AMLO y su equipo están capitalizando la enorme inconformidad que generó entre perredistas la alianza con el PAN y el enojo que dejó entre panistas la atroz gestión de Ricardo Anaya para conseguir la candidatura presidencial. Vía sus allegados y en muchas ocasiones teniendo como interlocutores a sus hijos José Ramón y Andrés Manuel Jr., ha abierto canales de comunicación para acercarse a detractores y con ofrecimientos de por medio, convencerlos de ser parte de su movimiento.
No hay que perder de vista que detrás de la estrategia está la idea de atraer escépticos de su candidatura.
Al día de hoy, los actuales líderes de la coalición “Por México al frente” desdeñan esas salidas, que quizá sean clave en una elección que a 5 meses luce muy polarizada.
Mientras desmorona a otros partidos, López Obrador cosecha elogios, se echa a la bolsa a adversarios e intenta desmantelar la idea de que es un “peligro para México”. Muchos han caído convencidos.
CONTRASEÑA: Como si no aprendiera de los errores, el PRI en el Estado de México pretende postular otra vez a David Sánchez Isidoro como candidato a la presidencia municipal de Coacalco. En su segunda gestión, hace 5 años, inició un problema de adeudos que derivaron en laudos no cumplidos, lo que provocó el mes pasado la destitución del alcalde priista Erwin Castelán por parte de la SCJN. ¿Podrá pedir el voto a favor de su partido pese a los antecedentes o de plano le quieren dejar el camino libre a Morena?