Tanto AMLO como Anaya ofrecen a millones de mexicanos varios programas y subsidios con el dinero que, según ellos, se recuperará si se elimina la corrupción. Los dos son unos mentirosos o totalmente ignorantes de cómo funciona el gobierno. Es cierto que el dinero de la corrupción está en los bolsillos de los Duarte, Yarrington, Borge, y miles de funcionarios públicos corruptos a los que hay que perseguir y quitárselos, pero si se acaba la corrupción, se acaba ese dinero y no existirá para crear ningún fondo.
Si se acaba la corrupción, ese dinero se que- dará en los bolsillos de los contratistas, proveedores y ciudadanos que son extorsionados para conseguir obras, contratos y trámites en el gobierno. Así mismo habrá mejores carreteras, más medicinas en hospitales y mejores servicios públicos, pero no habrá ni un peso para crear un fondo para financiar sus promesas de campaña.
AMLO calcula, sin ninguna base, que la corrupción es del orden de 764 mil 239 millones de pesos, siete veces el presupuesto de Sedesol que es de 109 mil 177 millones de pesos. Con ese dinero él ofrece financiar, entre otras cosas, un ingreso básico para millones de jóvenes, pensiones para los 9 millones de adultos mayores y para madres solteras, así como invertir en el campo, construir dos nuevas refinerías y subsidiar el precio de las gasolinas.
Si llega a ganar, cuando se dé cuenta de que el dinero de la corrupción no existe, va a hacer lo mismo que hizo en la Ciudad de México cuando fue jefe de Gobierno, quebrar financieramente al gobierno federal para financiar sus programas sociales. Por eso la ciudad está destrozada, porque AMLO la quebró y no hay dinero para inversiones en transporte y mantenimiento básico de las redes de agua, drenaje y del pavimento, banquetas e infraestructura.
Anaya no llega a hacer un cálculo del monto de la corrupción, pero dice que con ese dinero va a financiar parte de la principal propuesta del Frente, un ingreso básico universal para todos los mexicanos. Está claro que no tiene idea de lo que habla, ya que el costo de ese ingreso básico sería de más de 3 billones de pesos anuales (125 millones de mexicanos x 2 mil pesos mensuales x 12 meses), más de 80% del gasto total del gobierno federal, o sea para financiarlo, tendría prácticamente que cerrar el gobierno. No me explico cómo el PRD apoya una propuesta que atenta contra el Estado mexicano y va en contra del compromiso de la izquierda de crear un estado social. No cabe duda de que, ante la desintegración del PRD, Anaya les comió el mandado.
Lo que ellos proponen es una estupidez y simple populismo, prometer acciones sin tener recursos para realizarlas es una amenaza para la estabilidad del país. No hay duda de que la corrupción es altísima y que es prioritario acabar con ella, pero si la eliminamos, lo cual no sucederá de inmediato, lograremos mayor desarrollo económico, un mejor gobierno, mejores servicios y más inversión, pero no habrá ni un peso para las fantasías de AMLO y Anaya.