Una derrota para Trump en DACA

El gobierno del presidente Donald Trump apeló a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos (SCOTUS) para invalidar las decisiones de cortes menores que, en varios casos, se pronunciaron contra la anulación de la inscripción en el programa de Acción Diferida para Migrantes Llegados en la Infancia DACA, (por sus siglas en inglés) emitida por el presidente en septiembre de 2017. El alegato de Trump y su gobierno era que las decisiones, particularmente la emitida en enero en el estado de Washington y que abrió indefinidamente al registro de dreamers o “soñadores” en DACA, son ilegales y debían ser refutadas por la más alta corte del país. Estratégicamente, saltarse el proceso apelatorio y llegar a la Corte Suprema llevaba la clara intención de exponer a las cortes menores al más alto nivel de decisión legal en el país, donde Trump creía tener garantizada una victoria, luego de haber nombrado al juez Neil Gorsuch y por tanto su apoyo en agradecimiento. Pero le salió el tiro por la culata. La decisión de la máxima Corte es un claro reflejo de que la mayoría de los magistrados son constitucionalistas, y consecuentemente, contra desvirtuar el proceso constitucional. Eso fue lo que rechazó la Corte Suprema. La ironía es que regresar el caso de DACA al proceso apelatorio lo lleva al Noveno Circuito Judicial Federal, con base en San Francisco y que corresponde al estado de Washington. Es el tribunal de apelaciones mas liberal de todo EU y una decisión en favor de mantener el fallo de la Corte de Washington, parece garantizada. ¿Qué significa para los dreamers, que SCOTUS haya rehusado el caso? Que el programa de DACA no puede terminar el 5 de marzo y que mientras no haya una decisión superior, el proceso de registro debe continuar ininterrumpido y, sobre todo, indefinido Los dreamers continuarán protegidos de una deportación y esto no cambiará hasta que el Noveno Circuito emita su veredicto y hasta que esa nueva decisión, consecuentemente, sea elevada ante SCOTUS… Podrían pasar dos o tres años antes de llegar a ese punto. Cuando eso ocurra, la Corte Suprema podría decidir otra vez, no escuchar el caso, dejarlo como el Noveno Circuito decida, o examinarlo de acuerdo a como entonces sea presentado a los nueve magistrados. Lo más importante: obviamente es la protección legal que esta inacción de la Corte ofrece a los dreamers. Pero también el que los nueve magistrados de la Corte Suprema hayan decidido darle la espalda a Trump y seguir y mantener el proceso constitucional. Lo más nocivo: que la falta de acción del Congreso sobre DACA, por la influencia negativa de Trump, obligue a que sean los tribunales, no el Poder Legislativo, las que determinen y decidan los asuntos más importantes del país. Eso significa sólo una cosa: Estados Unidos no tiene gobierno, y su presidente comete error tras error, y por eso sus llamadas órdenes ejecutivas terminan invalidadas por los jueces a quien los votantes no eligieron. POR ARMANDO GUZMÁN ANALISTA