Lágrimas que valen oro

La semana pasada fue espectacular en todos los sentidos, y quisiera
compartir con ustedes lo que moviómis sentimientos en gran manera.
Primero, el sábado tuve la fortuna de ser parte del grupo que rindió
tributo a superhéroes de la vida real; se reconoció durante la función de
boxeo en el Mandalay Bay, al departamento de policía de Las Vegas y
en especial a dos oficiales que heroicamente salvaron muchas vidas.
Tuve la oportunidad de convivir con ellos y escuchar su testimonio de
viva voz y están dispuestos a dar su vida para salvaguardar las de cualquier otra persona.
Segundo, el lunes fue la inauguración oficial de la Fundación Pontificia,
Scholas Occurrentes, con su sede en México. Esta fundación no religiosa nos ha dado la oportunidad de servir directamente a Dios por medio del Santo Padre
Francisco, mediante los programas diseñados para buscar encuentros de paz e inclusión. Scholas México es presidida por mi hermano Héctor, quien, por cuestiones del destino, fue considerado e invitado a establecer la fundación en nuestro país y desde ese día su vida y la de muchos, como yo, cercanos a él,
cambió por completo.
Scholas ha celebrado diversos programas (Scholas Ciudadanía, FutVal—Futbol
con valores—, Box-Val—boxeando por la paz— y Scholas Arts) en Metepec y Naucalpan, en el Estado de México, en Acapulco y Chilpancingo, en Guerrero, en la
Ciudad de México, y en diversas ciudades de Morelos y Oaxaca. Miles de niños y jóvenes han sido tocados por la magia de descubrir tantas cosas que hoy parecen ser
inexistentes, como los son el respeto, el trabajo en equipo, el servicio a los demás, la compasión, entre otros principios y valores. Estos encuentros están sembrando entre los participantes, sus familias y su comunidad un nuevo camino.
Tercero, se llevó a cabo en Roma la Pelea por La Paz, con la participación de
Marsili de Italia contra Betancourt de México, quienes boxearon en un encuentro a beneficio de las víctimas de los terremotos que golpearon a Italia en 2016 y
México en 2017. Salvatore Cherchi promovió esta velada boxística, la cual fue un gran éxito y se logró sensibilizar a tantos por medio de nuestro deporte. El donativo será entregado a Scholas Mundial, que destinará los recursos a causas específicas de ambos países.
El Consejo Mundial de Boxeo celebrará en este 2018 cinco carteleras de Scholas y la participación de los promotores de boxeo ha sido muy motivante, ya que todos están
dispuestos a apoyar la causa.
Por último, tuve la gran fortuna de convivir con los Benavidez. Nuestro campeón mundial de peso supermedio, David Bandera Roja Benavidez y su padre José.
David es el boxeador más joven de la historia del boxeo en ganar el título de esa división, y es un verdadero fenómeno arriba del ring. El sábado pasado defendió su título WBC dándole una paliza a Ronald Gavril de Rumania, en el Mandalay
Bay de Las Vegas. El año pasado, Benavidez lo venció por decisión dividida, pero en esta ocasión no quedó ni la menor duda.
Nos acompañaron al tradicional Martes de Café, donde semana tras semana el Consejo celebra su conferencia de prensa y se ha convertido en una atracción para
promotores y peleadores.
Hicimos un reconocimiento al campeón por su gran desempeño y ahí aprovechamos para reconocer a su papá, pues es quien lo entrena desde muy corta edad y juntos llegaron al campeonato mundial. Le entregamos una placa y, para sorpresa de todos, el papá no lograba hilar palabras, debido a la emoción que lo dominó por completo y lo llevó a las lágrimas... “Este día jamás lo olvidaré; no se imaginan lo que esta placa significa, pues vengo de un pasado de pobreza extrema y este reconocimiento no lo cambio por ninguna cantidad de dinero”, dijo José Benavidez.
Después de la conferencia los llevé a comer tacos, ¡y fue ahí donde experimenté las lágrimas que valen oro! José Benavidez nació en Guerrero y fue abandonado por
sus padres a los dos años. Creció en extrema pobreza, soñando que algún día alguien le diera un pastel o un juguete; sufría al ver niños caminando tomados de la mano
de sus padres, pues él nunca pudo experimentar eso... A los 11 años se fue de
mojado solo, sufrió todo tipo de abuso y temió por su vida en muchas ocasiones.
Establecidoen Phoenix, Arizona, se casó y tuvo su primer hijo ¡a los 13 años! Todo cambió cuando el gimnasio de boxeo se atravesó en su vida; aunque peleó y no llegó a nada, a sus hijos los inició desde muy pequeños, y hoy puede presumir que el menor, David, de tan sólo 20 años, es el campeón mundial del CMB.
ANÉCDOTA DE HOY
Desde primaria soñaba con tener una batería, pero mi papá me decía que de ninguna manera me compraría una, por el ruido que sería insoportable en la casa; pese a ello,
empecé a tocar con ollas y jugaba a ser rockero.
Un buen día, mi papá llevó a Don King, Muhammad Ali, Julio César Chávez y muchos campeones más a una comida en la casa; ahí fue el encuentro para partir hacia Cocoyoc, pues se celebraba un simposio médico de boxeo.
¡Fue un comidón! Todo tipo de platillos mexicanos, árabes, y una mesa de postres de ensueño. Todo salió espectacular, y ya que los más de 50 se subieron a los autobuses
para salir, mi papá, en la puerta, le dijo: “Vieja, te luciste, todo quedó increíble”. Mi mamá, aprovechando, le comentó: “José, necesito comprar algo”... “Compra lo que quieras , ni me digas, lo que tú quieras vieja”... “¿Seguro, no te digo qué?”.... “Ade
lante, mi amor, lo que necesites”... Y cuando regresamos de Cocoyoc, ahí estaba mi batería armada.
POR MAURICIO SULAIMÁN