¡No solo la quieren revivir, políticamente hablando, sino volverla una santa! Ahora resulta que los cinco años que ha pasado en prisión, le han servido a Elba Esther Gordillo para fortalecer su espiritualidad, arrepentirse de sus pecados, rezarle a San Judas Tadeo, santo de su devoción, y purificarse, según algunos integrantes de la “famiglia” de tan distinguida señora.
Ahora “es una mujer de bien, honorable, que ha sido injustamente afectada por campañas de desprestigio… ella ha hecho mucho por el país y por los docentes, siempre ha tenido una actitud abierta, demócrata, de diálogo; es una política profesional… una mujer muy informada, muy culta, muy vertical en sus valores, en sus principios…” afirma su yerno incómodo Fernando González, quien alguna vez intentó darle un “golpe de estado” a su suegra, cuando la maestra se encontraba en los cuernos de la luna.
Dicen los empleados de Elbita que ella no es rencorosa ni vengativa, pero tiene muy buena memoria, por lo que recuerda todas y cada una de las marrullerías políticas de su yerno, como la que vivió hace diez años cuando se desataron las ambiciones de poder y dinero en la cúpula del SNTE y quedó fuera de control la guerra intestina en su entorno familiar. En este escenario adquirió relevancia el yerno José Fernando, quien se ubicó en el primer plano del ajedrez político de la profesora. Va la historia.
En vísperas del cambio de dirigencia en el SNTE, el yerno decidió en septiembre de 2007 fortalecer el grupo de su esposa Maricruz Montelongo Gordillo -hija primogénita de la profesora-, disputar la Secretaría General del sindicato en favor de su candidata: Sanjuana Cerda Franco, y así deshacerse de su adversario Rafael Ochoa Guzmán.
Intentó el yerno restar fuerza a su cuñada Mónica Arriola Gordillo (q.e.p.d.), quien encabezaba al grupo político adversario de Maricruz, y para lograrlo trató de aliarse -sin éxito- con Francisco Yáñez Herrera, director general de la Lotería Nacional, y con Miguel Ángel Yunes Linares, director general del ISSSTE (hoy gobernador de Veracruz, para quienes lo hayan olvidado).
En el círculo cercano al Comité Ejecutivo Nacional del sindicato se daba por hecho que el yerno dejó de tener la plena confianza de su suegra. ¿Razones? Se mencionaron varias, pero había una fundamental: La profesora percibió en él -dicen- un doble juego político, relacionado con la estructura electoral que tenía el SNTE en todo el país del que pretendía ser operador único.
Así fue como el yerno incómodo salió con la cola entre las patas. Ahora parece que quiere lo mismo, pero utilizando a su suegra, a quien trata de vender al mejor postor político, dicen quienes conocen la desmedida ambición de Fernandito.
¿Alguien cree que Elbita quiera regresar al escenario magisterial, ofreciéndole a AMLO las nuevas virtudes que adquirió en prisión? Preguntan los observadores políticos objetivos e imparciales. El yerno -quien presume esculcarle el cerebro a Elbita- declaró “supongo que simpatiza con el movimiento, pero no me ha hecho una declaración específica al respecto. No hay ningún pacto, ningún acuerdo, no ha habido una llamada entre Elba Esther y Andrés Manuel”.
¡Y entonces por qué la empinas, Apá!