Ahora que, por fin, José Antonio Meade se quitó el uniforme de cinco veces secretario de Estado y se quedó nada más con el de candidato presidencial.
Ojalá que sus asesores políticos y mediáticos -que los tiene- no insistan en la “estrategia” de convertirlo en un aspirante simpático, dicharachero, pendenciero y bravucón, porque el delfín presidencial no es ninguna de esas cosas.
Sí ha sido, en cambio, un administrador público serio, discreto y honesto -mientras no se demuestre lo contrario-, que posee una estimable experiencia en la práctica de gobierno a escala nacional.
Lo preocupante es que no hay señales de que Meade tenga en mente dar un golpe de timón en su campaña electoral, para cambiar a los integrantes de su equipo de “expertos mediáticos” que lo mal aconsejaron para que dijera todas las tonterías que se le ocurrieran, a partir del falso principio de que había que posicionarlo en la opinión pública... aunque fuera a base de despropósitos, porque lo importante era que los medios hablaran de él, bien o mal, pero que hablaran. (Y hablaron... mal).
Si el priista favorito de Los Pinos no hace cambios en su equipo de trabajo y mantiene en su sitio a los mismos asesores, algunos de ellos inútiles, que sólo le convidan de sus enemigos, lo previsible es que lo vuelvan a empinar cuantas veces quieran, con lo cual seguiremos siendo testigos del sainete de un candidato que se comporta como lo que no es.
Al respecto, hay que citar otra vez a Joseph Napolitan, para recordar dos breves consejos que dirigió a los “expertos” en campañas electorales:
1. La estrategia es el factor más importante en una campaña política
Una estrategia correcta puede sobrevivir a una campaña mediocre, pero incluso una campaña brillante puede fallar -y fallará- si la estrategia es errónea.
2. Se puede pulir a un candidato, pero no es posible cambiarlo
Hay candidatos que mejoran. Otros empeoran. Pero difícilmente cambian en forma radical. El aspecto de un candidato puede mejorar, su oratoria también, pero finalmente es la campaña la que tiene que adaptarse al candidato, no al revés.
José Antonio Meade asegura sin embargo que como la campaña todavía no empieza, tiene de aquí hasta finales de marzo para diseñar una estrategia ganadora. Pero se resiste en cambiar a sus “expertos mediáticos” – Eruviel Ávila, Alejandra “La Pinche” Sota, como la calificó Josefina Vázquez Mota, Julio Di-Bella, “Rin Tin Tin” Lozano, Alejandra Lagunes… y todos aquellos que en la precampaña lo empinaron. ¡Allá él!
AGENDA PREVIA
La Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió el día de ayer no amparar a la Corporación Azucarera Escorpión (Enrique Molina Sobrino), que desde hace 15 años presentó un recurso de reversión de la expropiación de sus 9 ingenios azucareros que decretó el gobierno Federal en el 2001.
Esta decisión les da certidumbre a los grupos azucareros (Sucarmex, Porres, Piasa y Beta San Miguel) que compraron al gobierno hace un par de años los 9 ingenios, por los cuales pagaron, en conjunto, más de 10 mil millones de pesos, gracias a la estrategia comercializadora que instrumentó Carlos Rello Lara durante los 4 años que estuvo al frente del FEESA.