Smart Talk: hacia dónde se dirigen los Destinos Turísticos Inteligentes

Un destino inteligente, es una localidad turística innovadora, con infraestructura tecnológica de vanguardia, que apoya el desarrollo sostenible del territorio turístico y su ecosistema, promueve la accesibilidad universal, facilita la interacción del visitante con la localidad y -como consecuencia- ofrece experiencias transformadoras a los visitantes, al tiempo que mejora la calidad de vida de los residentes. Aprender de experiencias internacionales resulta fundamental para generar comunidades turísticas inteligentes. Durante la Feria Internacional de Turismo 2018 (FITUR) el gobierno español presentó sus acciones para el desarrollo de los Destinos Turísticos Inteligentes. En primer lugar, a diferencia de otros ejercicios en el mundo que enfatizan el uso de tecnología, se integran los aspectos de sostenibilidad al modelo para establecer una hoja de ruta transversal común para el desarrollo o reconversión de los destinos. Uno de los principales propósitos del modelo de destino turístico sostenible e inteligente (DTSI) es evitar la sobrecarga de los destinos, aprendiendo de las experiencias negativas en destinos como Barcelona, con la llamada “turismofobia” (rechazo al turismo). Puede aplicarse tanto a destinos maduros como al desarrollo de localidades con potencial, incluyendo localidades pequeñas y áreas rurales que –a través del turismo- buscan crecer y conservar su patrimonio. Un concepto clave para ello es el de la “economía circular”, cuyo objetivo es diseñar y producir con una perspectiva integral, una economía que propicie el reuso, reciclado y aprovechamiento de los recursos naturales y evite el daño ambiental. Bajo esta visión se desarrolló un plan piloto, que comenzó en 2017 y se extenderá al 2018, en tres lugares: Benidorm (destino consolidado de sol y playa), León (mediano y cultural) y la Reserva de la Biósfera de Monfragüe (naturaleza). El modelo DTSI optimiza los recursos financieros, materiales y humanos para atraer al perfil de turista correcto y estimular el gasto de la manera más eficiente. Así, la “inteligencia” de las localidades turísticas no es la mera incorporación de tecnología. El DTSI es un modelo transversal, amplio e integrador que beneficia tanto a turistas como a locales, con un enfoque incluyente, que hace al local partícipe y beneficiario directo del desarrollo del destino. El modelo aporta una sistematización de los pilares (sostenibilidad, accesibilidad, tecnología, innovación y gobernanza) y genera acciones de implementación más controladas y enfocadas. Parte de un diagnóstico para determinar estatus y potencial de los destinos. México y España colaboran en el intercambio de experiencias, para evitar errores y replicar los éxitos en beneficio de nuestros destinos. POR MARÍA TERESA SOLIS