La próxima ronda de conversaciones para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) comenzará el domingo 25 de febrero y concluirán el 5 de marzo. La ronda de conversaciones tendrá lugar en el hotel Camino Real, en la Ciudad de México, en el mismo lugar donde se efectúo la quinta ronda en noviembre pasado.
¿Qué debemos esperar de dicha ronda? De entrada, que el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se reúnan hasta el último día, para un análisis de ofertas.
Hasta el momento, solamente es pertinente señalar lo que la administración estadounidense declaró oficialmente: que hubo avance en las conversaciones, particularmente con México, al parecer gracias a los republicanos que apoyan el acuerdo comercial que Donald Trump ha amenazado repetidamente con abandonar.
Recordemos que Estados Unidos, México y Canadá comenzaron a renegociar el pacto comercial en agosto por iniciativa del presidente Trump, quien argumentó que TLCAN era responsable de que las compañías estadounidenses despedían trabajadores y trasladaban sus fábricas al sur de la frontera.
Trump fue tajante al afirmar que estaba dispuesto a negociar un mejor acuerdo para Estados Unidos o retirarse. Las conversaciones, organizadas en rondas, han alternado entre Washington, Ciudad de México, Ottawa y Montreal en los últimos seis meses.
El director general de Análisis de la calificadora HR Ratings, Félix Boni, opinó que antes de que concluya este año habrá un acuerdo sobre el TLCAN. Es decir, que el acuerdo no se logrará antes de la elección presidencial del próximo 1 de julio. Boni destacó que más allá de los plazos, lo importante es el contenido y los términos en que pudiera quedar el tratado.
En este tenor, de acuerdo con la Secretaría de Economía, telecomunicaciones, pequeñas y medianas empresas, mecanismos anticorrupción, empresas paraestatales, comercio digital y medidas ambientales, son los temas con avances trascendentales durante las rondas pasadas.
Hasta ahora, las discusiones se han visto afectadas por falta de acuerdos en asuntos como reglas de origen, la vigencia del TLCAN y el mecanismo de solución de controversias comerciales. Estados Unidos ha buscado cambios radicales en todos estos aspectos, mismos que han sido rechazados por México y Canadá.
Ya estamos en febrero, y se espera una propuesta sobre las normas de origen para vehículos, uno de los temas más polémicos que enfrentan los negociadores. Sin embargo, se sabe que existe un espacio muy reducido para incrementar el contenido regional en el sector automotor del Tratado.
Lo que se espera para la próxima ronda de negociaciones, es que México presente una nueva propuesta respecto a la industria automotriz.
La regla que tenemos actualmente, tiene un equilibrio en costos y todo para la fabricación y el mover mucho esa regla significaría cambios fuertes en los costos, por lo tanto, es probable que la propuesta sea muy prudente y sugiera solamente una variación menor.
Por su parte el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, había señalado con anterioridad que México está abierto a considerar cambios en las reglas de origen para autos, a pesar de que la industria local, representada por AMIA, expresó su deseo de mantener el actual requisito regional.
El tratado actual señala que bajo el acuerdo, al menos un 62.5 por ciento de las partes de un automóvil o un camión ligero debe originarse en EU, Canadá o México para evitar aranceles, pero la administración de Trump busca que el umbral se eleve al 85 por ciento y que la mitad del contenido sea hecho en su país; de ahí la urgencia de México por negociar un equilibrio en la norma de origen.
Ya en la sexta ronda de conversaciones del TLCAN, que culminó a fines de enero en Montreal, Estados Unidos rechazó las propuestas de Canadá para incluir los gastos de ingeniería, investigación, desarrollo y otras tareas de alto valor en las metas de mayor contenido norteamericano, con las que buscaba proteger empleos bien remunerados en la región, por lo que lo más probable es que no muestren disposición para negociar con México el tema automotriz.
No obstante, es preciso estar atentos a la negociación porque de cerrarse un acuerdo, se avanzaría bastante en el tema de la modernización y se aliviaría uno de los puntos más álgidos hasta el momento.
Diputada federal con licencia candidata a senadora