Sacapuntas

El otro Meade

 

Buena respuesta para quien decía que Meade no atrae reflectores. La de ayer fue una jornada que, nos dicen, dejó satisfecho al candidato. Aprendió en esto de los discursos y se sintió más conectado con la gente. En el Foro Sol se le vio más relajado y muy echado p’adelante. Los días de la precampaña fueron buena escuela. En el evento tampoco pasó inadvertido el apoyo a Enrique Ochoa y Claudia Ruiz, por aquello de los rumores.

 

Anaya en el Auditorio

 

El que tampoco se quedó atrás fue el panista Ricardo Anaya, que echó la casa por la ventana. Arropado por clase política y las huestes del PAN, PRD y MC, abarrotó el Auditorio Nacional en su toma de protesta. Articulado y bien armado con varias diapositivas, se proclamó el próximo Presidente. Y su discurso de una hora lo cerró diciendo: “a mí no me van a doblar”.

 

Cambio de jugadores

 

Más austero, pero no menos emotivo, fue el evento que encabezó Andrés Manuel López Obrador para tomar posesión como candidato de Morena, en el Hotel Hilton Alameda. En números, fue el que menos gente aglutinó, pero llamó la atención lo variopinto. Estuvieron panistas, priistas y perredistas que renunciaron hacía unas horas a sus partidos y se pusieron ipso facto la cachucha de Morena.

 

Por el relevo en la CDMX

 

Hoy es un día clave para el gobierno de la CDMX. Se prevé que, con la candidatura al Senado en la bolsa, Miguel Mancera presente su renuncia al cargo en cualquier momento, pero antes tendrá que hacer los movimientos necesarios para nombrar a su sucesor. La encomienda podría recaer en Luis Serna, a quien de última hora bajaron de la lista de candidatos a diputados federales.

 

Xóchitl, la perredista

 

De no creerse, el revuelo que causó la designación de candidatos al Senado. Fue el caso de la pro panista Xóchitl Gálvez, quien declinó la invitación de Morena. Dos veces le ofrecieron la senaduría y dos veces la rechazó. Primero dijo que su compromiso era concluir la gestión en Miguel Hidalgo y luego que no iba porque querían postular a su archienemigo Víctor Hugo Romo. Total, no aceptó y ahora será senadora… ¡por el PRD!