Cicatrices del ascenso y descenso

La reciente polémica en torno a la presunta eliminación de los ascensos y descensos en el futbol mexicano ha puesto de manifiesto, una vez más, la incapacidad y falta de seriedad de quienes manejan el deporte más lucrativo y popular en nuestro país. Desde que se dieron a conocer los rumores, después de haberse celebrado la reunión del comité de desarrollo deportivo, el manejo de la situación y las consecuencias de la misma no han sido más que un desfile de poco profesionalismo y miopía absoluta. Está claro que es una tarea casi imposible controlar la información que puede filtrarse después de una reunión que despierta mucho interés en los medios y aficionados; sin embargo, a sabiendas del revuelo que podía generar, hubiese sido prudente considerar diversos escenarios y la forma de responder ante los mismos. Al margen de que la propuesta me parece pavorosa y una solución apresurada a la falta de creatividad y resolución de parte de los directivos del balompié nacional, es frustrante ver la prepotencia con la que los propietarios de los equipos de Primera División plantearon estas modificaciones, sin siquiera consultar a los dirigentes de las divisiones de ascenso. Dentro de la serie de eventos desafortunados que esta “filtración” ha significado, está también el ida y vuelta con declaraciones que únicamente confunden y dejan entrever su poca capacidad para afrontar sus propias decisiones, e incluso el mal manejo mediático que siempre los ha caracterizado. A través de algunos personajes (que terminan siendo los chivos expiatorios) los tomadores de decisiones se ocultan, mientras que quienes tienen la desagradable tarea de dar la cara a los medios, dicen un día una cosa y al siguiente otra. Una absoluta muestra de hipocresía y nula capacidad para aprender de sus errores. Mientras el futbol internacional sigue posicionándose, a través de la televisión e internet, en las mentes de los jóvenes fans y futuros consumidores, los dueños y dirigentes caen de contradicción en contradicción. Un día mencionan que ésta ha sido únicamente una propuesta que se puso sobre la mesa y al otro salen a decir en conferencia de prensa que se ha tomado una decisión y que no habrá preguntas de parte de la prensa. ¿Qué clase de comunicación es esa? ¿Cómo pretenden disipar dudas y rumores cuando en ocasiones no dan información alguna y en otras comunican decisiones de forma unilateral? No se sorprenda si al igual que nuestros diputados, los poderosos del balompié dan a conocer su decisión con estos métodos durante la Copa del Mundo, aprovechan- do la distracción de aficionados y críticos. Porque esa es la seriedad que se le da al crecimiento del deporte y al fomento del negocio en el que todos deberían ser socios: si me da comezón, me arranco la costra hasta tener una cicatriz, sin voltear a ver la gravedad de la herida.