Enterradas quedaron las causas progresistas que enarboló la izquierda mexicana y que, ahora, son piezas exclusivas para la corrección política, como la interrupción legal del embarazo, el matrimonio entre personas del mismo sexo con posibilidad de adoptar y la legalización de la marihuana.
Y no es sólo atribuible a políticos y gobernantes, pues ellos sólo son un reflejo de una ciudadanía liberal en lo público, pero derechizada en la intimidad.
Martha Anaya comentaba ayer en las páginas de El Heraldo de México que en el cuartel general de Mikel Arriola están muy felices con los números generados por su declaración de que está en contra de que las parejas gay adopten.
Apuntaba, citando a Fernando Zárate, coordinador de la campaña del priista, que “hay 65 por ciento de la gente que no quiere ese tema (ni la marihuana, ni el matrimonio gay, ni la adopción por parte de parejas del mismo sexo” y que incluso Mikel subió 1.7 por ciento en las encuestas y al final “el tema nos traerá entre 3 y 4 puntos”.
Lo que refleja que la aparente paliza que recibió en las redes el candidato y en los círculos progres es el reflejo de lo que las personas piensan de verdad sobre el asunto.
Además, Mikel no es el único que prevé someter a consulta esos temas: el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, considera que las bodas gay con adopción incluida no son temas “tan importantes” y, junto con la marihuana, prefiere someterlo a consulta pública.
Otro ejemplo, la Tercera Encuesta nacional de Cultura Constitucional, elaborada por la UNAM, indica que casi la mitad de los mexicanos estamos a favor de la justicia por mano propia.
A la pregunta de “Si un hombre mata a alguien y la autoridad no hace nada, ¿miembros de la comunidad tienen derecho a tomar el castigo en sus manos?”, 46.6 por ciento contestó que “sí tiene el derecho”, completamente o en parte.
A la pregunta de “Si la policía sabe que un detenido violó a una mujer, pero no tiene pruebas suficientes ¿está usted de acuerdo en que sea torturado para obligarlo a confesar?”, 47 por ciento está de acuerdo completamente o en parte.
Y lo más preocupante que dice la encuesta es que quienes apoyan la justicia por mano propia son los jóvenes de entre 25 y 34 años de edad, las personas con primaria como máximo, los que ganan a lo mucho dos salarios mínimos, y “los que prefieren electoralmente a Morena”.
En esas manos podría quedar México.
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EN EL VISOR: Ganó el dirigente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, una batalla a Elba Esther Gordillo: un tribunal federal revocó la suspensión provisional contra su toma de nota. Pero faltan las batallas al interior del gremio, las más despiadadas. Ahí la maestra mueve sus piezas contra Juan Díaz, el Presidente Enrique Peña y el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade.