Suplementos, ¿capricho o necesidad?

La billonaria industria internacional de los suplementos y vitaminas ha causado gran controversia por varios aspectos: uno, ¿si es necesario consumirlos? y dos, ¿si es peligroso hacerlo? Me confieso una junkie empedernida en este aspecto y fanática de las tiendas de vitaminas, suplementos, dietas y tendencias en nutrición y belleza. ¡Lo admito, lo he probado todo! Tanto que ya no sé qué sí funciona, que no y que me ha hecho daño. Pero no soy doctora ni conejillo de indias, soy sólo una periodista y, como tal, mi investigación de campo es lo que vale. Esto es lo que encontré. En entrevista con la Dra. Holly S. Andersen, Cardióloga del New York Presbyterian Hospital, me dijo que los suplementos nunca han podido probar que realmente hagan algo por mejorar la salud; afirma que solamente algunas personas con deficiencias diagnosticadas deben ingerirlos, pero que la mayoría de nosotros debemos obtener nuestras vitaminas y minerales de una buena nutrición, de frutas y verduras naturales. Dice que después de los 50 años es recomendable tomar un multivitamínico para cubrir alguna deficiencia. Pero que en general la industria de los suplementos es una pérdida de dinero. Asegura que el calcio, por ejemplo, que es tan recetado para las mujeres para prevenir osteoporosis, en algunas causa ataques al corazón. Que lo más importante es lograr una buena comunicación con tu médico y ver qué es lo que realmente te funciona y hacer un diagnóstico. Ahora bien, existen los suplementos para las personas que hacen ejercicio. Los únicos productos con soporte científico que funcionan que pude encontrar: son: 1) Cafeína 2) Proteína de suero de leche y 3) Creatina. Todos los demás, como aminoácidos BCAAA, HMMB y glutamina parece que tienen cero resultados o los mismos que un placebo. Se ha encontrado que la vitamina E y Beta caroteno pueden elevar el riesgo a la mortalidad. No hay estudios suficientes ni pruebas de que algún suplemento que prevenga alguna infección ni enfermedades como el cáncer. Vitaminas que sí pueden ayudar: - Vitamina D: huesos fuertes. - Ácido Fólico: reducir riesgos de defectos en bebés tomándolo antes y durante el embarazo. - Zinc: reducir el tiempo de los resfriados. Es un problema difícil de atacar en un país como México, donde el mercado de estos productos es de 11 mil millones de pesos anuales; sin embargo, aunque siete de cada 10 adultos sufren de obesidad o sobrepeso, 18% de los menores tienen problemas de desnutrición, a quienes bien les caerían los suplementos alimenticios para atacar sus deficiencias. Lo importante es tomar conciencia y saber que la mejor forma de nutrirnos es a través de la comida natural y que, a menos que tengamos una deficiencia, debemos reducir la cantidad de suplementos que consumimos.