Dentro de las tareas de los demócratas, liberales e izquierdistas históricos en México para tener un régimen democrático, con separación real de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, estaban tener órganos con autonomía plena de los poderes reales y fácticos, como el electoral, derechos humanos y en especial el Banco de México.
En lo electoral, con plena autonomía de los poderes lo logramos en 1996, que naciera el IFE. Con un presidente excepcional, que lo fue José Woldemberg. La CNDH con plena autonomía hasta 1999, aunque se constituyó en 1990 bajo decreto presidencial de Carlos Salinas de Gortari y su primer presidente, Jorge Carpizo.
Banxico fue fundado en 1925 bajo la presidencia de Plutarco Elías Calles y desde ahí siempre fue apéndice del presidente en turno. En abril de 1994, bajo la presidencia de Salinas de Gortari, el Banco de México pasó a ser un organismo constitucional autónomo. O sea, que ninguna autoridad pueda exigirle la concesión de crédito ni la emisión de billetes en un volumen determinado o la fijación de las tasas de interés. Desde ahí se controla la inflación y el tipo de cambio, se garantiza el control ininterrumpido sobre el monto del dinero, billetes y monedas en circulación.
La finalidad de la autonomía es que la operación del Banco Central sea conducente a la conservación del poder adquisitivo de la moneda nacional. Estas atribuciones, lejos del mandato del Presidente en turno y para darles confianza a los mexicanos sobre su moneda y no sea convertida en “bilimbiques”. AI igual que los derechos electorales, políticos, de información o de educación.
Recuerdo que en varios discursos de Valentín Campa, dirigente histórico del Partido Comunista Mexicano, nos decía que a los presidentes autoritarios ?se refería al momento donde había un Estado con un partido único? ante cualquier crisis económica o “necesidades” presidenciales les daba por mandar imprimir billetes, “echaban a andar la maquinita”. (PCM 1919-1982, su registro electoral lo tiene el PRD, Campa fue candidato sin registro a la Presidencia de la República en 1976), Existen nueve organismos constitucionales autónomos y deben ser parte de la Cuarta Transformación mantenerlos: Banco de México (Banxico); Instituto Nacional Electoral ( INE); Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece); Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel); el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval); Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de datos Personales (INAI), y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Bilimbiques: billetes de necesidad, emitidos durante la Revolución, sin ningún valor real, cada líder revolucionario o hacendado fabricaban los suyos.