Desavenencias entre Urzúa y Esquivel

Los desencuentros entre Urzúa y Esquivel llevaban ya más de un mes. Era un hecho que no podrían trabajar juntos

Cuando se dio a conocer el equipo que iría a la Secretaría de Hacienda en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, desde fuera se pensó que llegaba un equipo afín y compacto. Lo cierto es que no ha sido así y eso quedó más que claro en estos cinco meses de transición, en los que Carlos Urzúa (próximo secretario) poco o nada contó con el apoyo de quienes serían sus subsecretarios: Arturo Herrera y Gerardo Esquivel. Más bien, a Urzúa lo dejaron solo con todo el paquete del Presupuesto. Por un lado, Herrera mantuvo su trabajo en Washington –apenas regresó definitivamente a México la semana pasada- en el Banco Mundial, donde se desempeñaba desde hace ocho años como gerente de Práctica: Gobernanza Práctica Global, Servicio Público y Desempeño-América Latina y el Caribe. Sus idas y venidas a México para atender requerimientos de la transición, fueron intermitentes. Y no hay que perder de vista que en el Gobierno del DF –con AMLO como jefe de Gobierno-, Urzúa y Esquivel no eran equipo precisamente. Uno y otro ocuparon la titularidad de la Secretaría de Finanzas en momentos diferentes: Urzúa de 2000 a 2003; y Herrera de 2004 a 2005. Pero hasta ahí. Esquivel, por su parte, tuvo diferencias con Urzúa desde las primeras reuniones con el equipo de Hacienda, de José Antonio González Anaya. La propuesta para bajar impuestos en la zona fronteriza del norte, por parte del doctor en Harvard, estaba mal calculada, según demostraría el SAT. Ahí comenzaron los roces. Por añadidura, Esquivel y Urzúa chocaban en sus posiciones ante las propuestas de AMLO. Mientras el próximo titular de Hacienda sostenía que algo no se podía, su subsecretario de Egresos endulzaba el oído del Presidente electo con más proyectos y a todo que sí se podía. Hasta que llegó la ruptura. Y eso fue notorio a finales de octubre. Lo atestiguamos un par de días después de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco. Esa vez, AMLO convocó a Urzúa y a Esquivel a media mañana. Ambos –cada uno llegó por su lado- aguardaron en la terraza de la casa de transición. Ni la palabra se dirigieron. El maestro en Matemáticas y licenciado en Economía por la Universidad de Wisconsin, trabajaría así horas extra en el Presupuesto. La situación no pasó desapercibida para Alfonso Romo. Decidió buscar una solución. Ésta llegó de manera providencial: el retiro de Roberto del Cueto como subgobernador del Banco de México. Ese espacio bien podría ser ocupado por Gerardo Esquivel. Bastantes prendas tiene para ello. Fue así que Esquivel será propuesto como subgobernador de Banxico y ya no será subsecretario de Egresos de Hacienda.

...

GEMAS: Obsequio ignominioso: El presidente Peña Nieto impondrá la Orden del Águila Azteca a Jared Kushner, yerno y asesor de Donald Trump (y amigo de Luis Videgaray) durante su estancia en Argentina para participar en los trabajos del G20.

 

marthamercedesa@gmail.com

@marthaanaya