En el caso de la Dinastía Valdés, esta afirmación ha sido llevada durante varias generaciones a niveles espectaculares que han llenado de diversión, luz y maestría los escenarios de la música, cine, teatro y la TV; y ésta es una historia de familia.
Hace 103 años nació en la CDMX Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo, el segundo de nueve hijos del agente aduanal Rafael Gómez Valdés y Guadalupe Castillo, ama de casa con una gran simpatía que heredaría a sus hijos.
Germán viajó a Ciudad Juárez a los 12 años y es allí en donde conoce de primera mano a los pachucos, la tribu urbana de jóvenes mexicanos que debido a la cercanía con EU habían adoptado una forma peculiar de combinar el idioma inglés con el español y se caracterizaban por su forma de vestir con amplios sacos, zapatos bicolores, pantalones de tubo y sombreros con pluma de pavo real.
Regresó a la CDMX y trabajó en la radiodifusora XEJ, en donde de manera casi accidental es descubierta su capacidad histriónica, realizando imitaciones de Agustín Lara y como locutor de la estación.
En 1938 nace el personaje Tin Tan como una parodia del Pachuco y Germán lo interpreta improvisando con gran fluidez y así es como surge el personaje que lo llevaría a la fama y el éxito a través de más de 100 películas y 11 discos; y muchas presentaciones en teatros y centros nocturnos.
Aunque no fue un galán de película, obtuvo el récord de besar a las estrellas más bellas de la época de oro. Germán trabajó hasta los últimos años de su vida y no dejó una gran fortuna, pero heredó su capacidad como cantante a Rosalía Valdés, hija de Germán y Rosalía Julián.
La saga de los Valdés tendría en los hermanos de Tin Tan una trascendencia y en el legado de comicidad y cariño que caracterizó a Ramón Valdés, a quien el público lo sigue identificando como Don Ramón, ese carismático e inmortal personaje de la vecindad del chavo.
Se dice que Don Ramón, el personaje y el actor tenían mucho en común. Esta característica también podría ser atribuida a Manuel Valdés, a quien mi padre don Luis de Llano Palmer bautizó con su popular sobrenombre, alguna vez durante algún programa en Televicentro lo vio actuar con esa gran chispa que lo identifica y le dijo “… está usted loco Valdés”.
No cabe duda de que la irreverencia, humorismo y creatividad de El Loco Valdés son épicas y lo han distinguido a través de su vida y trayectoria.
Sus geniales ocurrencias han llenado de diversión la TV casera en los muy memorables programas de comedia como Variedades de medio día, Ensalada de Locos o La hora del Loco, en muchas películas, obras de teatro, telenovelas, y también dándole voz a emblemáticos de la pantalla de plata.
Un integrante más de esta primera generación de hermanos, Antonio El Ratón Valdés, quien debutó en el cine nacional en 1951, y protagonizó desde entonces y hasta 1997 varias cintas como comediante y forma parte del elenco del programa de TV Puro Loco.
En la segunda generación de la dinastía, destaca una de las más exitosas estrellas de la música y a nivel internacional el cantautor Cristian Castro, hijo de la afamada Vero Castro y Manuel Valdés.
Cristian es considerado una de las grandes estrellas de los escenarios y según la prestigiada publicación Billboard, es el tercer cantante de habla hispana más destacado de la historia contemporánea.
Completa esta relación de importantes artistas de apellido Valdés, el actor, cantante y conductor Marcos Valdés, también hijo del Loco Valdés, quien ha desarrollado su carrera en el teatro y la televisión mexicana con gran éxito.
Quiero cerrar deseando de corazón la recuperación de nuestro querido Manuel Valdés, y que sus locuras y genialidad sigan contando una y muchas más historias que el público de todas las generaciones aplaudirá y recordará eternizando el apellido de una de las dinastías más destacadas e iluminadas del espectáculo.