Denostando a la prensa que lo cuestiona y dividiendo a los mexicanos a su criterio: pueblo bueno, a los que lo aplauden y fifís, a los que lo cuestionan. Así fue como inició Andrés Manuel López Obrador sus primeras semanas como Presidente de la República electo del país.
La consulta simulada sobre el NAIM emprendida por el gobierno electo despertó un inmenso malestar de un sector de la sociedad que difícilmente salía a las calles a expresar inconformidades con su gobierno.
El domingo miles de mexicanos se reunieron en la CDMX para expresar de forma libre sus consignas.
La mal llamada marcha fifí sacó lo peor de muchos, su cara más intolerante, su lado autoritario. La marcha fue tachada de fifí, es decir, convocada por “los ricos", por los que supuestamente siempre han "detentado el poder"... Un grupo de personas se creyó capaz de apropiarse del derecho de manifestación. Ese grupo, simpatizante de López Obrador, se tomó la libertad de denostar el derecho constitucional a la manifestación. Sí, como si no estar a favor de las decisiones tomadas por el Presidente electo fuera una causal para perder ese derecho.
Creyendo que sus banderas son las únicas legítimas, criticando con intolerancia las consignas de la sociedad que no aprueba al gobierno electo.
La situación crítica acusada actualmente por nuestro país ha sido el escenario perfecto para esto. La polarización hoy es el principal enemigo. La misma polarización que enfrenta, en Europa, a un gran número de europeos racistas en contra de migrantes, o al norte del Río Bravo, en contra de los latinos. Esa misma polarización enfrenta mexicanos contra mexicanos.
Ese grupo crítico hacia la "marcha fifí", también hace sentir su presión en redes sociales para que el gobierno mexicano abra la frontera sur a los migrantes centroamericanos que buscan llegar a EU, mientras argumentan la violación a los derechos humanos de los migrantes, aunque niegan derechos a sus propios connacionales. Ni una ni otra.
Y sí, un servidor también ha asistido a marchas en las que creyó desde el bachillerato. No es forzoso que todos pensemos igual.
En esa diversidad encontraremos la grandeza de nuestro gran país.
El dilema: la Cuarta Transformación nos quiere enseñar su rostro de intolerancia y descalificación a la oposición o simplemente no han asimilado que gobernarán para todos los mexicanos.
RODRIGO MIRANDA B.
DIRIGENTE JUVENIL PAN CDMX.
@RMIRANDAB