Smart Fit, el éxito de ser low cost

Aun cuando la inactividad física es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), bajo la dirección general de Tedros Adhanom Ghebreyesus, como la cuarta principal causa de muerte en el mundo, pocos son quienes practican deporte a nivel global. La situación es grave, y cómo no, si el sedentarismo, según datos de dicha organización, causa prácticamente el mismo impacto en el ser humano que el tabaquismo. Aunque poco a poco, la actividad física a través de la industrial del fitness ha ido acaparando terreno mundial, en México, sólo el 3.2 por ciento de la población total del país es miembro de un gimnasio o un club deportivo; el porcentaje es bajo, y es que, en muchos casos, el costo de asistir a instalaciones deportivas especializadas sale del presupuesto de los mexicanos. A fin de contrarrestar esta situación, Smart Fit, una empresa brasileña del Grupo Bio Ritmo, y que en México lleva Alfonso Gómez Benet, llegó en 2012 a México para brindar fitness de alta calidad a un precio accesible. Tras seis años de operación en territorio mexicano, hoy la empresa cuenta con más de 94 gimnasios en toda la República, convirtiéndose en una de las firmas low cost más grandes de nuestro país; el éxito ha sido tal, que acaba de inaugurar otra sucursal en Tonalá, Jalisco -sumando así 9 unidades en esa entidad- y a la espera de abrir dos más en la zona. De esta manera, Smart Fit, se mantiene a la vanguardia en una industria del fitness, que, hoy en día, está valuada en nuestro país en mil 800 millones de dólares. AGUA, QUÉ HACER. Con el recorte presupuestal para el RAMO 16, correspondiente a Medio Ambiente y Recursos Naturales, se ha dejado de considerar que el agua sea un factor estratégico y de seguridad nacional, de estabilidad social y política. Y es que, desde 2016, los recursos federales que son destinados para la operación de la Comisión Nacional del Agua(CONAGUA) al mando de Roberto Ramírez de la Parra, han registrado importantes reducciones en su presupuesto, pasando de 41 mil millones de pesos a 26 mil millones de pesos para 2017, –un descenso del 72.5 por ciento–, afectando a instancias estatales y municipales quienes son los responsables de los servicios de agua potable y alcantarillado. Ante este panorama, la empresa Regiomontana de Construcción y Servicios (RECSA) que lleva Humberto Armenta, elaboró un diagnóstico dondesobresale la poca eficiencia en el uso del agua -principalmente en riego agrícola-, falta de inversión en el rubro de infraestructura y deficiente cobro. Es así que la firma se dio a la tarea de elaborar una propuesta de presupuesto que podría ser aplicable para el periodo 2019-2024, destacando los recursos destinados a obra pública, –sobresaliendo al menos 3 veces más a lo destinado en la actualidad–. Bien, en época de precandidatos, veremos si alguno tiene en su agenda el tema del agua como prioridad.