En la Ciudad de México, la moneda está en el aire y quienes han dado por hecho que Morena tiene ganada la elección para jefe de Gobierno, podrían llevarse una tremenda sorpresa.
Con base en la encuesta más reciente de la agencia de investigación de mercados y opinión publica Indemerc, la morenista Claudia Sheinbaum ha sufrido una baja en la preferencia de votos.
Entre diciembre de 2017 y primera quincena de enero de 2018, pasó de 37.1% a 33.7% lo que representa una pérdida de 3.4 puntos.
En el mismo periodo, el priista Mikel Arriola se fue de 11.5% a 8.6% en las preferencias, pero creció significativamente en reconocimiento, de 20% a 48%.
La abanderada de Por la CDMX al Frente, Alejandra Barrales logró un incremento de 3.5, al pasar de 24.1% a 27.6% en las preferencias electorales.
Además, encuestas de diversas firmas coinciden en que la contienda final será entre dos mujeres: Barrales y Sheinbaum.
Y debido a la tendencia al alza de la perredista y a la baja de la ex delegada de Tlalpan, se espera una de las elecciones más cerradas de los últimos tiempos en la capital.
Por lo pronto, en términos de propaganda, Sheinbaum cambió su estrategia y copió varias ideas a la perredista. Sus primeros videos eran planos; ahora ya son más dinámicos y enumera propuestas, como lo hizo Barrales desde el principio.
Este dato no pasó inadvertido en el cuarto de guerra de Alejandra y lo ven como una muestra de que la morenista anda medio perdida; sin embargo, el detalle quedará en lo anecdótico y hasta en un juego de niños comparado con lo que viene.
Y es que algunos actores prevén que habrá una lucha cuerpo a acuerpo, en la que no sólo estarán involucradas las candidatas, sino sus partidos y los instrumentos de poder a su alcance.
Ayer, por ejemplo, Sheinbaum y Morena aprovecharon el caso del estudiante Marco Antonio Sánchez para lanzarse contra la gestión de Mancera, por los resultados en seguridad pública.
Eso sí, no dijeron ni pío del abatimiento de un narcomenudista en Tláhuac, cuyo delegado, Rigoberto Salgado, acusado de vínculos con la delincuencia organizada, fue nombrado por López Obrador como parte del proyecto de “Innovación y esperanza” de Sheinbaum.
Raúl Flores, dirigente del PRD-CDMX, fue el encargado de recordarles ese “pequeño” detalle y dijo que la gente no quiere más narcogobiernos como el de Tláhuac.
Advirtió que el riesgo de que se extiendan está latente porque AMLO anunció que otorgará una amnistía al crimen organizado. Por esa razón, dijo, le gustaría ver al tabasqueño dar la cara a los padres de familia que han perdido a un hijo en manos del narcotráfico.
Así la esgrima verbal entre los partidos que llevan la delantera en la contienda por la CDMX. Y si así está la precampaña, ¿qué podemos espera de la campaña? ¡Cierren las puertas, señores!
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre”.