En el marco de un encuentro con integrantes de la comunidad cultural de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum se pronunció a favor de la regulación del uso de la mariguana y reconoció haber consumido esta droga durante su etapa estudiantil; su declaración se suma a la del secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid, que un día antes sugirió legalizar el consumo en las zonas turísticas de México.
Sobre la mariguana, Sheinbaum mencionó: “Creo que es un debate que se tiene que abrir en la sociedad, mi opinión personal es que es mejor la regulación que la prohibición, pero es una opinión personal, hay que abrir el debate en ese sentido. Si la sociedad lo está pidiendo, evidentemente lo vamos a promover”, y aprovechó para pedir: “No hay que hacer gran escándalo de esto; se va a olvidar nuestro proyecto de ciudad, nuestra opinión tiene más que ver con regular, más que con prohibir, pero se tiene que debatir”.
De la Madrid expresó “cuando menos en las zonas turísticas deberíamos legalizar el uso de la marihuana... Nos haría un enorme daño perder esos destinos por temas del combate al narcotráfico. Yo creo que el hacer legal no sólo el consumo, sino la producción y venta de mariguana, contribuiría junto con otras acciones a (tener) destinos más seguros”; más tarde aclaró en Twitter: “Quiero ser enfático en que mi opinión sobre la legalización de la mariguana es una reflexión a título personal, basada en el análisis y estudio del tema por muchos años”.
Al igual que usted, tengo una “opinión personal” sobre la conveniencia o no de legalizar el uso de la mariguana con fines lúdicos, podemos darnos ese lujo, no somos funcionarios federales de primer nivel ni aspiramos a gobernar la capital, pero la forma y la similitud en que ambos personajes emiten sus declaraciones deja mucho que desear. Un tema de importancia para la sociedad no puede ser abordado median- te declaraciones “a título personal” de quienes gobiernan o aspiran a serlo, pareciera que la intención es quedar bien con todo el mundo sin asumir una postura clara.
En el caso del secretario de Turismo, después de haber emitido su opinión, es evidente que se vio obligado a recular, pues matizó su declaración, convirtiéndola en personal; con Sheinbaum es todavía más delicado, ella busca ganar la jefatura de Gobierno, ¿no sería bueno que asumiera una postura clara?
Si Enrique no fuera secretario de Turismo y Claudia no fuera candidata de Morena, ¿en verdad nos importarían sus opiniones personales?, estoy convencido de que no, entonces que mejor asuman su papel y digan con claridad; estoy a favor del consumo de la mariguana y a través del cargo público que desempeño o aspiro obtener, haré lo que esté a mi alcance para lograrlo.
Esa claridad se agradecería y no los discursos queda-bien, en los que como dicen una cosa, dicen otra.
ANALISTA POLÍTICO, PRD