Ampliando la distancia

A un año de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y al tiempo que avanza la sexta ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), buenas y malas señales coinciden en un ambiente de tensa calma. De entrada, el hecho de continuar sentados en la mesa con nuestros socios comerciales es algo que parecía imposible hace doce meses. La agresividad del presidente Trump hacia México no ha cedido, pero distrae menos. A nivel gubernamental, los equipos negociadores mantienen el foco en los temas técnicos, si bien quedan otros que requieren acuerdo político. Por otro lado, hemos visto una mayor participación de las empresas y sectores industriales en defensa del TLCAN, de la mano de gobernadores de los estados fronterizos y alcaldes de las ciudades que viven del intercambio diario de bienes y servicios. Un tercer nivel de la relación es el que se da a nivel ciudadano. La campaña presidencial del 2016 y el año de la administración Trump han tenido efectos concretos en la manera en que las sociedades de ambos países se perciben mutuamente. La relación bilateral siempre ha sido difícil, cargada de agravios históricos, mutua desconfianza y desconocimiento. Textos como el de “Vecinos distantes”, de Alan Riding o “El Oso y el Puercoespín” del ex embajador norteamericano en México, Jeffrey Davidow, son muestra del complejo vínculo que compartimos. Como nunca, sin embargo, el rechazo y los insultos han venido de la cabeza de aquél país. En este sentido, el trabajo recién presentado por el Wilson Center, el Chicago Council on Global Affairs y la casa encuestadora Buendía y Laredo, retrata el efecto Trump en la opinión pública de ambos lados. Aquí unos datos interesantes: 1. Dos de cada tres mexicanos tienen una opinión desfavorable de los Estados Unidos. Esto representa un impactante revés a la tendencia contraria hasta 2016, cuando 66% de los mexicanos veían favorablemente al país del norte. En contraste, la opinión de los estadounidenses respecto de México mejoró desde su momento más bajo en 2013 (puntuación de 43/100) y se ha mantenido favorable desde 2016 (51/100). 2. Curiosamente, ambas poblaciones valoran positivamente el libre mercado para sus respectivas economías (Mx y EUA 72%); la creación de empleos (Mx 77/EUA 57%) y los consumidores (Mx 69/ EUA 78%) en los dos países. 3. 64% en EUA y 51% en México piensan que la globalización favorece las condiciones económicas y, en concreto, 62% de mexicanos y 52% de norteamericanos califican al TLCAN de benéfico para ambos países, cifra en ascenso desde el 2004. La buena señal es que la retórica nativista y los ataques de Trump hacia el TLCAN no han resonado demasiado en su país. Sin embargo, el discurso racista sí ha permeado las fronteras. Al final, quizá la racionalidad impere y la relación comercial sobreviva. Pero la ruptura en el ánimo ciudadano y la confianza mutua podría ser irreparable. @veronicaortizo vortizortega@hotmail.com