Las autoridades hondureñas han realizado un llamado y anunciado la fecha límite para el registro de mascotas silvestres, que finaliza el próximo 23 de mayo, como parte del proceso de conformación del censo que permitirá su registro y mejor cuidado.
El régimen de conservación de la vida silvestre es estratégico para el futuro de la biodiversidad centro y mesoamericana que está en juego. Requiere de la participación de los pobladores en campo y ciudad, de las autoridades y de las redes organizadas. Las invitaciones a actuar están a la vista.
La erosión y la explotación de los recursos naturales y de la vida silvestre han colocado en riesgo la biodiversidad regional por centurias, colocando la necesidad de su cuidado en manos de estas generaciones, responsables de los futuros globales.
Actualmente, la Red de Observancia y Aplicación de Normativa de Vida Silvestre de Centroamérica y República Dominicana (ROAVIS) se reúne periódicamente y como foro permite colaborar en nodos que se ocupan de la cooperación, intercambio de experiencias y apoyo para el fortalecimiento de las instituciones que se ocupan de aplicar las normativas en el campo. Los esfuerzos nacionales necesariamente se han abordado desde un enfoque colaborativo regional, por la propia naturaleza del problema, cuando las dificultades que enfrenta la vida silvestre se profundizan y extienden ante el cambio climático y por la acción humana transformadora.
En 2010, los Fiscales y Procuradores ambientales de los países participantes en la red expresaron su preocupación por el tráfico internacional de la vida silvestre, sobre todo en el caso de las especies maderables y de las faunas protegidas por los actuales marcos jurídicos internacionales de protección, y que llevó a la creación del mecanismo.
El concepto red que se combina con el apoyo de nuevas tecnologías digitales permite la colaboración para la articulación de los esfuerzos locales y mezzo regionales, al fortalecer los tejidos nacionales, algo que ya se ha planteado desde la puesta en vigor de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Aun cuando el propósito que es la conservación, se entiende desde un ángulo positivo, la realidad de los desafíos implica establecer estrategias ante el crecimiento de los delitos de tipo ambiental. Para esto, han contado con el apoyo de la asistencia técnica de países como los Estados Unidos de América, la organización no gubernamental TRAFFIC y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD).
Como foro, constituye un espacio que permite comunicarse en apoyo de las tareas, organización de acciones operativas y cumplimiento de acuerdos de manera coordinada transfronteriza, ocupando mucho esfuerzo en uniformar criterios y formas de trabajo, reportan las autoridades de la red.
Con la colaboración del resto de países del entorno, la red puede contar con un ambiente favorable para responder a los desafíos que ya se han identificado y por venir. La biodiversidad regional se encuentra en juego y requiere acciones urgentes, como el apoyo a esfuerzos nacionales para el registro de la fauna silvestre, como el hondureño.