Los proyectos de infraestructura exigen capacidad de planeación y ejecución a largo plazo de los gobiernos. Sin embargo, ese no es el caso en México, donde de acuerdo con datos de PWC1, solo uno de cada tres proyectos logra ser concluido dentro del tiempo y presupuesto planeados. Esto puede ocurrir por diversos factores:
Inadecuada planeación y estimación de presupuesto. Esto ocasiona desviaciones principalmente en tiempo y costos asociados a los proyectos. Según un estudio realizado por la ASF (con datos de proyectos de entre 1999 y 2010), algunas dependencias de Gobierno ejecutan obras con proyectos ejecutivos incompletos, con una incidencia de entre 60% y 75%2.
Seguimiento ineficiente a las tareas por realizar. Las dependencias no suelen realizar un control y seguimiento puntual de las tareas a realizar, identificando dependencias de actividades para evitar retrasos en los trabajos, por ejemplo.
Deficiente control de calidad. Durante la ejecución de los proyectos es importante contar con un control de calidad que permita verificar que los materiales y procesos cumplen con los estándares de calidad correspondientes. De esta manera se evitan fallas durante y después del proceso constructivo.
Poca continuidad. Dado que se trata de proyectos de gran magnitud, algunos requieren de varios años para concluir su ejecución, lo cual trasciende a cambios de Gobierno. Esta situación puede ocasionar que los proyectos pierdan el ritmo y algunas veces la prioridad que tenían en su momento, conllevando a ineficiencias en su administración.
Conflicto de interés y mala alineación de objetivos. El contexto en el que los proyectos se desarrollan es un factor importante para su éxito. Desafortunadamente en México, es recurrente el conflicto de intereses entre las partes involucradas, generando deficiencias en los procesos de ejecución3.
Ineficiencia en el control de riesgos (fallas geológicas, desastres naturales, etc.). Dentro de la ejecución de proyectos es importante considerar una adecuada gestión y control de riesgos, establecer tolerancias y mecanismos de adaptación. Sin embargo, esta parte fundamental no es generalmente considerada por las partes ejecutoras y conlleva a retrasos significativos en los proyectos.
Comunicación inadecuada. Una buena comunicación, como en todo, es pieza clave. Es importante saber establecer mecanismos que permitan que todos los miembros involucrados en el desarrollo de los proyectos posean la información necesaria, así como canales de retroalimentación para tener una mejora continua durante el proceso. También es fundamental que la sociedad tenga claros los beneficios, costos y alcance de los grandes proyectos de infraestructura, y que apoyen su realización.
Control de Seguridad. Es importante contar con métodos control de seguridad, debido a que muchos de los proyectos de infraestructura conllevan materiales y procesos de gran riesgo para los trabajadores. Por ejemplo, los accidentes que han sucedido en las instalaciones de las refinerías de petróleo (Salina Cruz)4.
Coordinación intersectorial. Dado que algunos proyectos son multisectoriales, es decir, hay diferentes sectores involucrados para su desarrollo y se complementan entre sí (como ejemplo, infraestructura energética y de transporte), es importante que exista una coordinación entre las diferentes instituciones y desarrollar los proyectos de los que dependan otros. Ejemplo: caminos que permitan el acceso al sitio de trabajo de proyectos hidráulicos o energéticos.
Estos son sólo algunos factores que el próximo gobierno de México deberá revisar a fondo, si no quiere que fiascos como la Línea 12 del Metro, el socavón del Paso Express y muchas otras fallas graves sigan plagando los grandes proyectos de infraestructura. Una infraestructura bien planeada, con proyectos bien ejecutados y con visión de largo plazo es clave para que nuestro país de el salto al desarrollo.