La caravana de Corral y el verano del 86

No puedo evitar pensar en las similitudes y diferencias entre la “Caravana por la Dignidad de Chihuahua. Unidos con Valor contra la Corrupción” que inició este sábado el gobernador Javier Corral y aquel “Verano Caliente” de 1986 para protestar por el “fraude patriótico” de aquella elección. Corral participó en ese primer movimiento social de resistencia civil pacífica en México. Era un muchacho que se iniciaba en la política. Apoyaba a si tío, Francisco Barrio Terrazas, el candidato del PAN a gobernador de Chihuahua, víctima del fraude electoral. Hoy, Corral es el protagonista de la caravana que oscila entre la protesta contra la corrupción y el proselitismo electoral. Hoy se trata de detener y encarcelar al exgobernador César Duarte y que el gobierno federal no condicione la entrega de recursos al estado por su lucha contra la corrupción. En el 86, se trataba de protestar contra el fraude electoral que despojó a Francisco Barrio de la posibilidad de convertirse en el primer gobernador de oposición en la historia del país. Era otro México que comenzaba a cambiar. Chihuahua fue el laboratorio. En 1983, el PAN ganó siete presidencias municipales en Chihuahua, entre ellas las dos más importantes del estado. Luis H. Álvarez ganó la Presidencia Municipal de Chihuahua capital y Francisco Barrio la de Ciudad Juárez. En 1986, Barrio era el candidato a gobernador del PAN y Fernando Baeza lo fue por el PRI. La diferencia oficial fue de 169 mil votos más para el priista. Las elecciones las controlaba el gobierno y el secretario de gobernación entonces era Manuel Bartlett, hombre de mano muy dura, hoy Senador por el PT y fiel a Andrés Manuel López Obrador. La indignación por el fraude electoral trascendió las fronteras de México. En ese 1986, circularon por muchos lugares del país calcomanías que decían “No veas 24 Horas, porque oculta la verdad”. Por primera vez, la sociedad cuestionaba la cobertura periodística de los medios y centró sus críticas en el noticiario más influyente del país que dirigía Jacobo Zabludovsky. La indignación por el fraude electoral se convirtió en escándalo internacional. En un acto sin precedente, 21 intelectuales firmaron un manifiesto que se publicó en los principales periódicos del mundo, donde exigían la nulidad de la elección. Durante una cena con algunos de esos intelectuales, Manuel Bartlett les dejó claro que reconocer el triunfo del PAN en Chihuahua abría la puerta a tres enemigos históricos de México: la Iglesia, los empresarios y Estados Unidos. Así se terminó la discusión. Barrio volvió a ser candidato a gobernador en 1992 y ganó sin cuestionamientos. Javier Corral encabeza un movimiento por la dignidad de Chihuahua y contra la corrupción. Sin embargo, detrás está el trabajo proselitista en un año electoral. El Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción respaldó el movimiento de Corral en un principio. Días después retiró su apoyo por considerar que “las denuncias del gobernador de Chihuahua “tomaron rumbo y tintes políticos”. Apenas el fin de semana, Emilio Álvarez Icaza, quién pretendió ser candidato independiente a la Presidencia, fue nombrado Coordinador General de la Caravana. Eso solo refuerza las sospechas del trasfondo político de la protesta. En los próximos días, la marcha hará escala en Tepic. Nayarit, para sumar a quienes piden investigar al exgobernador Roberto Sandoval, acusado por corrupción y amigo de César Duarte. El gobierno federal ya tendió puentes de dialogo con Corral. A ver en qué queda.   Columna anterior: Redes sociales electoreras