A diferencia de las otras campañas, se le ve relajado, contento. Lo mismo hace bromas que le canta las mañanitas a su esposa. Lejos de molestarse, responde mordazmente las acusaciones que le llegan desde el equipo de José Antonio Meade.
Sin un guión premeditado, los videos donde receta amlodipino al Presidente Peña y se autobautiza como Andrés Manuelovich conectan de inmediato y se vuelven virales.
Es enero de 2018 y sus contrincantes aun no le hacen sombra. También parece que la gente ya no se espanta tan fácil con las teorías que lo relacionan con Venezuela o ahora con Rusia. No ha enfrentado episodios de rechazo, como el que vivió Meade en el centro histórico de la Ciudad de México, cuando le gritaron consignas.
La reciente incorporación de Tatiana Clouthier como coordinadora de campaña tiene objetivos claros y el primer de ellos es acercarse a personas o espacios a los que no han podido llegar, conscientes que en regiones como el Bajío, norte y occidente persiste el rechazo hacia la figura del tabasqueño. Su misión es mantener e incluso ampliar la ventaja que le dan las encuestas. Estima obtener 17.5 millones de votos y no se asusta con el cálculo priista que pretende alcanzar 20 millones y ante los cuestionamientos sobre posibles arrebatos, responde sobriamente “yo no coordino a Andrés Manuel, coordino su campaña”.
La entrada de elementos como Clouthier no ha generado -hasta ahora- mal ambiente en el cuarto de guerra, a diferencia de la campaña de Meade de donde han salido rumores de intrigas. Luego de presentar su gabinete y su consejo de seguridad, ya prepara sus ternas para Fiscal General, Anticorrupción y Electoral, con lo que tácitamente acepta estas figuras y las leyes de donde emanan.
Un riesgo para Andrés Manuel es fallar en la selección de candidatos clave de Morena o que personajes pretendan aprovechar su arrastre para beneficiarse. Ya se dio el caso de Fausto Vallejo en Michoacán, quien fue bateado. Pero en Ciudad de México inexplicablemente se contempla para las nuevas alcaldías a personajes como Francisco Chiguil o Víctor Hugo Romo, cuya reputación no abona a la imagen de honestidad que pretenden enviar.
Hay también otros desafíos como un posible “autosabotaje” o la esperada campaña negra en su contra, supuestamente ideada por el publicista venezolano J. J. Rendón.
Pero es enero de 2018, ya no falta tanto para la elección y Andrés Manuel es el candidato de mejor humor.
CONTRASEÑA: La pifia de la PGR el pasado jueves podría resultar muy benéfica para la defensa de Javier Duarte, toda vez que, si el juez no concede la ampliación del plazo para requerir información de las cuentas bancarias relacionadas con los presuntos desvíos del exgobernador de Veracruz, esas pruebas ya no podrían entrar en el juicio. El lunes vence el plazo para cerrar la investigación complementaria y ¿no fue suficiente tiempo para reunir todas las pruebas?