Una de las historias más apasionantes del escenario empresarial actual es la de Antonio Quevedo, quien fundó en los noventa el popular centro de diversiones conocido como Recórcholis. Quevedo inició vendiendo rosetas de maíz en el parque Reino Aventura (hoy Six Flags), y creció a base de esfuerzo y trabajo hasta la dirección general. Tras ese paso abrazó un sueño: tener su propio parque de diversiones, con lo que lanzó “Recórcholis” en un centro comercial de Toluca, en el Estado de México.
En adición a los cines, Recórcholis se ha convertido en el referente de entretenimiento más relevante en decenas de centros comerciales en el país. Hoy incluye pistas de patinaje de hielo, y su categoría de “sub-ancla”, con una marca altamente reconocida, le hace apetecible a cualquier desarrollador en muchas geografías de México. Cada sucursal de Recórcholis abarca alrededor de 2 mil metros cuadrados.
En julio próximo Antonio inaugurará un nuevo concepto. Su nombre es Kataplum, y es un parque de diversiones único en el mundo porque se ha construido arriba de un nuevo centro comercial desarrollado por Grupo Danhos, en la zona de Iztapalapa. “Abarca tres delegaciones […] Iztapalapa es una zona que históricamente carece de parques y de diversión […] En el último piso del centro comercial haremos un parque de 27 mil metros cuadrados con montañas rusas. El primero en el mundo. El edificio del centro comercial está reforzado a una capacidad muy grande para soportar estos juegos […]”, afirma.
Quevedo dedica sus días a perfeccionar este novedoso concepto, único en el planeta: “este parque es único en el mundo. No existe algo igual. Actualmente enfrentamos temas como subir todos los juegos a 21 mts. de altura. Necesitamos grúas de 300 toneladas […] La inversión ascenderá a 550 millones de pesos. Gran parte proviene del capital propio de la empresa y una parte es a través de crédito bancario”.
Si el modelo de Kataplum es exitoso, Antonio enfrentará un dilema mayor: qué hacer durante los siguientes diez años. ¿Debe proyectar otro?; ¿cuántos más?; ¿debe ir pensando en personajes, películas y merchandising?; ¿podría ir diseñando parques temáticos en la vecindad de sitios arqueológicos o históricos, capitalizando los activos turísticos desaprovechados del país?
En julio se inaugurará. Habrá que visitar Kataplum e imaginar desde ahí cómo el grupo de Quevedo será preponderante en la industria del entretenimiento en la etapa de desarrollo de México. Lo será.
GUAYABA
No solo el orgullo mexicano del sector agroalimentario debe provenir del aguacate. La guayaba ya despunta como nunca; sus exportaciones crecen y ya tiene alta promoción en lugares como Chicago, Nueva York o Atlanta. La Sagarpa empuja con fuerza al nuevo organismo llamado “Peguam” para potenciar al producto globalmente.