Trimestre clave para la gobernanza regional

Ya han dado inicio los procesos electorales en dos países de la región centroamericana, primera fase de la reconfiguración política que en estos meses próximos se extiende a otros países del Caribe y Mesoamérica. Como complemento al análisis, es necesario incorporar en el seguimiento el referéndum territorial que se realizará en el mes de abril sobre el diferendo fronterizo con Belice. La jornada político electoral para la elección presidencial y legislativa en Costa Rica se celebra el domingo 4 de febrero. En El Salvador se elegirán presidente, legisladores y autoridades municipales el domingo 4 de marzo. La gobernanza regional pasa también por la consolidación de la paz en Colombia, en donde se realizarán las primeras jornadas político-electorales desde la reciente firma de los acuerdos de paz el 11 de marzo y 27 de mayo del presente año. La región mostrará pronto un rostro actualizado de los intereses ciudadanos y los elementos con los que en estos tiempos se califican y analizan este tipo de procesos. La confianza y credibilidad se reflejarán en las capacidades de las autoridades y de los analistas para comprender lo que surja responder acertadamente frente a los resultados. Se mostrarán los nuevos métodos para resolver conflictos en las actuales condiciones. Hoy, un ciudadano que estará frente a una urna de votación puede consultar en una aplicación instalada en su celular, tableta, pantalla pública o computadora, la situación geográfica, la dimensión y extensión de su distrito electoral, las posiciones de los diferentes candidatos a determinado puesto de elección, la opinión de los vecinos sobre lo que ocurre en su lugar de vivienda o trabajo, o la posición gubernamental en los asuntos internacionales. En este periodo, los contenidos de interés político-electorales se reflejan en los debates de los medios tradicionales o en los nuevos espacios de comunicación. Se están ensayando nuevos métodos que permiten elecciones en espacios y redes más abiertos. La incidencia de las jornadas político–electorales en la gobernanza y la gobernabilidad no es menor. Representa la voluntad de los ciudadanos, mientras incide en las políticas regionales de los países, que se expresa en muchas ocasiones en el sentido y tendencia en votos y asuntos de interés en las organizaciones regionales. Repercute en el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de los mecanismos multilaterales regionales, cuya labor es central, porque representan el acompañamiento de los países amigos de las jornadas nacionales. Es una hora buena para marcar rumbo en la región en materia de crecimiento y consolidación de la gobernanza. Se les considera factores de bienestar o de problemas como las violencias. Ambos asuntos están ligados a problemas que apasionan a los votantes en los que el corazón y la razón convergen, demostrando la vitalidad sociopolítica de la región. La esperanza y la confianza en los procesos de elección aseguran el apoyo necesario a las autoridades elegidas para la superación de la desigualdad social, un reto en el que insisten los estudiosos y las organizaciones de la sociedad civil.