Alguien le miente a Ruiz Esparza

El proyecto del aeropuerto avanza muy bien, avanza a muy buen ritmo, repite Gerardo Ruiz Esparza, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Pero alguien no le está diciendo la verdad. Nos cuentan que en realidad la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), a cargo de Federico Patiño, ha enfrentado muchos obstáculos y retrasos, por lo que difícilmente estará a tiempo para presumirse como lo han hecho hasta ahora con ningún mérito en las manos. “Tras décadas de espera para que la capital del país contara con un aeropuerto acorde a las necesidades y demandas actuales, el gobierno de la República, bajo el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto, inició uno de los proyectos más grandes y ambiciosos a escala mundial: el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, dide un informe sobre acciones relevantes de la SCT, publicado a finales del año pasado. “El NAICM será un polo de desarrollo, detonador de una gran actividad económica, social y urbana de la Zona Metropolitana del Valle de México, ya que se consolidará como un centro de conexión, movilidad y transferencia de personas, mercancías y actividades comerciales, con las mejores condiciones de competitividad”. La expectativa de la SCT va más allá, son muy optimistas y tratan de contagiar a todos: “Resolverá las necesidades de transporte aéreo de la capital del país durante los próximos 100 años y convertirá a México en el HUB más importante de América Latina”. Ojalá que las palabras de Ruiz Esparza tengan sustento y no quede otra vez mal ante la opinión pública que todavía les cree, por lo pronto, ellos esperan que en 2020 inicie operaciones y transporte a cerca de 70 millones de pasajeros y 125 millones en su etapa de máximo desarrollo. Ojalá que nadie le mienta al secretario, quien se nota cansado ya, desgastado por este sexenio, que le ha dado más de un dolor de cabeza. Más que dolores de cabeza, problemas que lo han hecho justificar varias veces por qué el mandatario no lo ha despedido. Una lástima, porque empezó muy bien, con mucho brío y proyectos. Pero hoy, por la incompetencia de muchos miembros de su equipo y proyecciones sin sustento, ha tenido que parar acusaciones por contratistas incómodos del Estado de México y esquivar hasta un socavón. El NAICM parece un clavo más… pero a ellos no les importa, de hecho, pronto se van. MATARILE Grupo GIN de Raúl Beyruti emprendió una nueva aventura empresarial de la mano del talento de una de sus hijas al crear la marca Matarile, salones de fiestas infantiles con un concepto que enamora a miles de familias mexicanas al combinar actividades lúdicas con conceptos de interés para el público infantil. La cadena abrió sus primeras dos instalaciones y no le extrañe que incursionen masivamente a lo largo del país, ante el éxito que han demostrado en dos de las zonas de mayor poder adquisitivo de este país.